
La plataforma '17-A' acusó al Estado de los atentados de Las Ramblas
Investigación
El entorno de Puigdemont reivindica la difusión de bulos sobre el imán de Ripoll y el 17-A para atacar al CNI: «Voy a hacer palomitas»
Un abogado que trabajó durante varios años para Junts, el partido del expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, ha enviado varios mensajes durante los últimos días en los que reivindica estar detrás de la difusión de bulos sobre el atentado yihadista de Las Ramblas de Barcelona de 2017. El objetivo, tal y como se refleja en los chats a los que ha tenido acceso en exclusiva El Debate, es embarrar la labor del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Días antes de que nuevamente los partidos independentistas hicieran circular publicaciones sobre las teorías de la conspiración que giran en torno a la desgracia, este abogado escribió: «Voy a hacer palomitas».
El pasado 29 de marzo, el abogado, a través de la aplicación de mensajería encriptada Signal, contactó con uno de los condenados por la proclamación ilegal de independencia que reside junto a Puigdemont en Bélgica. En ese mensaje, escrito en catalán, le indicó que «en breve va a empezar a girar la rueda». Su interlocutor, de la máxima confianza del expresidente, respondió: «¿A qué velocidad?». «Suficiente para que en Madrid empiecen a mirar por encima del hombro», dijo el abogado. El nexo con Puigdemont añadió: «Pues que empiece el zumbido, a ver quién gana la batalla». El abogado, que remató la conversación, concluyó afirmando: «Voy a ir haciendo palomitas». Los siguientes mensajes fueron un intercambio de emoticonos con caras con sonrisas. Días después circularon de nuevo publicaciones que insistían en las teorías de la conspiración coincidiendo con el adelanto que dio el letrado.
El intercambio de mensajes que hoy revela este periódico demuestra que el círculo de confianza de Puigdemont está detrás de los ataques al CNI, considerado uno de los mejores Servicios de Inteligencia a nivel internacional, a quien los partidos independentistas acusan de saber que el atentado yihadista de Las Ramblas iban a tener lugar y que, sin embargo, decidieron no hacer nada por evitarlo. Esta tesis, que el Tribunal Supremo demostró que es una invención sin fundamento, tenía como germen una supuesta colaboración entre Abdelbaki Es Satty, imán de Ripoll, y el Centro que nunca existió. Para disipar esta duda, Junts y ERC impusieron al Gobierno que desclasificara documentos sobre la relación del CNI con Es Satty. Fue una condición sine qua non para apoyar el nombramiento de Francina Armengol como presidenta del Congreso de los Diputados.
El Ejecutivo aceptó y la documentación confirmó la falsedad que difundía tanto Puigdemont como su círculo. El imán de Ripoll nunca fue colaborador del CNI. Si bien varios miembros del Centro se entrevistaron en varias ocasiones con él en la prisión de Castellón, donde cumplía condena por narcotráfico, como también hicieron miembros de los Mossos d'Esquadra o de la propia Policía Nacional o de la Guardia Civil, pronto descartaron que pudiera servir como fuente al detectar que no era fiable. La actividad del Centro en las cárceles españolas es habitual ya que son uno de los principales centros de radicalización yihadista. Desde que el Consejo de Ministros remitió esta documentación a la Comisión de Investigación del Congreso sobre el 17-A el independentismo se quedó sin argumentos. Por este motivo, el pasado 25 de febrero llamaron a declarar a Mohammed Houli, condenado a 43 años de prisión.Este preso, que participó en los atentados, acudió a la Cámara Baja engrilletado y custodiado por la Policía. La intervención de Houli se limitó a la lectura de un guion con frases calcadas de argumentarios repetidos por dirigentes independentistas en las que, de nuevo, se acusaba al CNI de conocer las pretensiones de Es Satty.
Los bulos que el independentismo ha vuelto a difundir estos días a raíz de la conversación en la que participó un abogado de Junts han hecho que ERC vuelva a solicitar de nuevo la comparecencia del General Félix Sanz Roldán. El que fuera director del CNI entre 2009 y 2019, con una trayectoria brillante al frente del Servicio de Inteligencia, ya explicó en la Cámara Baja que el Centro nunca tuvo ninguna relación con Es Satty y, de la misma manera, tumbó los argumentos del independentismo con numerosos datos. «Si alguien piensa o imagina que pudimos evitar la muerte de 16 personas y no lo hicimos es una infamia y una vileza y no lo digo solo por mi calidad en el CNI», afirmó.
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