
El ministro de la Presidencia, El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños
La Moncloa volverá a ser escenario de un interrogatorio
Bolaños testifica ante el juez Peinado por el segundo 'enchufe' que salpica al círculo familiar de Sánchez
La investigación judicial de Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, obliga al ministro de Justicia a dar explicaciones por su papel en la contratación de una asesora
El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, tendrá que declarar como testigo, este miércoles, por la contratación de Cristina Álvarez , la asesora de la esposa del presidente del Gobierno Begoña Gómez, que fue incorporada en calidad de personal eventual a la plantilla de la Moncloa y que, presuntamente, intervino en la financiación de algunas de las actividades profesionales particulares de la 'primera dama' —imputada por varios presuntos delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo— pese a que no entraban dentro de sus competencias.
Será la segunda vez que el titular del Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid, el juez Juan Carlos Peinado, se desplace hasta la sede de la Presidencia del Gobierno para interrogar a un miembro del Ejecutivo. No en vano, el que fuera vicesecretario general del Departamento Alfredo González, subordinado de Bolaños, fue el encargado de tramitar la propuesta de nombramiento de Álvarez, en 2018.
«Yo me limitaba a remitir al órgano competente para el nombramiento las propuestas de personal eventual que, como el Estatuto Básico del Empleado Público establece, al tratarse de personal eventual» responden a «un nombramiento y un cese libre», aseguró González al juez Peinado, durante su interrogatorio. El mismo que, ante la sorpresa del magistrado instructor, reconoció que dependía de «Félix Bolaños» como el superior directo con el que se reunía «todos los días» para despachar una amplia variedad de «asuntos» en La Moncloa.
Así las cosas, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, responsable de negociar e impulsar normas como la polémica Ley de Amnistía –para blindar el apoyo de un prófugo de la Justicia, Carles Puigdemont, a la segunda investidura de Sánchez– o ideólogo de la denominada 'Ley Begoña', con la que el Gobierno aspira a retirar la instrucción penal a los jueces para controlar, desde la Fiscalía del imputado Álvaro García Ortiz, todas las investigaciones que cercan al Ejecutivo; ha optado por cambiar el alicatado de la legislatura por nuevas tareas de 'electricista'.No en vano, en todos los 'enchufes' próximos al presidente parece que Bolaños tuvo un papel relevante. Cabe recordar cómo ya se vio obligado a enviar al juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz un documento con su firma sobre Luis Carrero, el asesor que él mismo fichó para Moncloa y que acabó colocado en la Diputación extremeña por el hermano de Sánchez, el compositor David Azagra, imputado por tráfico de influencias.
De nuevo, este miércoles, el ministro de Justicia tendrá que explicar por qué facilitó, a una antigua empleada de Begoña Gómez, su llegada como asesora a la Moncloa para que continuase trabajando en los negocios privados de la mujer del presidente.
La Moncloa, de nuevo un juzgado
Aunque en un principio el juez se planteó interrogar a Bolaños en la sede de su Ministerio, ubicada en la madrileña calle de San Bernardo 45, con acceso a pie de asfalto, finalmente accedía a desplazarse al complejo de la Moncloa, por razones de «seguridad», a petición del propio ministro.
El titular de Justicia alertó al magistrado instructor sobre cómo su jefe de escoltas consideraba más adecuado que la testifical se celebrase en el recinto acotado de las oficinas de la Presidencia del Gobierno —frente al céntrico y concurrido enclave ministerial, correspondiente a la parada de metro de Noviciado— donde, por lo tanto, tendrá lugar la comparecencia prevista, esta misma mañana.
De nuevo, y tras la declaración prestada por el propio Sánchez el pasado 30 de julio, en su calidad de marido de la investigada, el Complejo palaciego se ha preparado para recibir al séquito judicial con el que el instructor Peinado visitará al ministro Bolaños, provisto de un equipo de grabación compuesto por tres portátiles, siete micrófonos y dos altavoces, entre otros dispositivos.
En Moncloa se ha pasado de recibir a los empresarios con los que, en varias ocasiones, se reunió Begoña Gómez, a recoger requerimientos judiciales y, como resultado de esto último, atender al juez que investiga a la esposa de Sánchez por corrupción para lo que, nuevamente, se convertirá la sede de la Presidencia en un escenario adaptado a un interrogatorio judicial, en el marco de una investigación penal.
De nada sirvió el intento, ya fallido en el caso del presidente del Gobierno, con el que Bolaños trató de ejercer el «derecho a declarar por escrito», en su condición de miembro del Ejecutivo, tal y como estable la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim). El juez Peinado rechazó la modalidad propuesta, ya que el ministro no está citado por su cargo actual sino, al contrario, por su puesto inmediatamente anterior como secretario de Presidencia. Un puesto que «no permite la aplicación» del artículo correspondiente.
Sin embargo, y para facilitar las cosas, el magistrado respondió que no tenía «inconveniente» en desplazarse él mismo hasta la sede presidencial, «siempre y cuando» se le facilitase «un vehículo del parque móvil ministerial para realizar el correspondiente traslado». Un coche oficial que se ha dispuesto por orden de Bolaños para que recoja al magistrado y le retorne a los Juzgados de Plaza Castilla, una vez concluido el trámite.