
El portavoz parlamentario de IU, Enrique Santiago, junto con el ministro del Interior, Fenando Grande-Marlaska
La compra de balas de Marlaska a Israel abre una grieta en el Gobierno con IU y Sumar
El Ministerio del Interior aseguró hace medio año que había «puesto en marcha el proceso para rescindir la adjudicación» de 15 millones de balas aunque ahora ha confirmado el contrato porque «la anulación hubiera supuesto abonar el precio a la empresa sin recibir el material contratado»
Este miércoles se ha conocido que el Ministerio del Interior finalmente va a adquirir 15 millones de balas a una empresa israelí después de que hace unos meses anunciara públicamente que no iba a comprar ningún tipo de material armamentístico al país hebreo y que iba a rescindir este contrato que ya había iniciado. Ello ha generado una grieta entre el Gobierno y Sumar, coalición que a su vez está compuesta por diferentes formaciones –como Izquierda Unida (IU)– ya que han cargado con dureza contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez e incluso han sugerido que Fernando Grande-Marlaska debería dimitir.
El pasado 29 de octubre el Ministerio del Interior emitió un comunicado en el que subrayó que había «puesto en marcha el proceso para rescindir la adjudicación a una empresa israelí de un contrato de adquisición de cartuchería 9 x 19 mm. PB NATO para la Guardia Civil». «El Gobierno español mantiene el compromiso de no vender o comprar armamento al Estado israelí desde que estalló el conflicto armado en el territorio de Gaza», agregó el texto.
Sin embargo, la Abogacía del Estado comunicó al departamento que encabeza Marlaska que «desaconsejaba» la «rescisión debido a la avanzada fase de tramitación del contrato», lo que podía suponer que el Gobierno tuviera que abonar los 6,6 millones de la licitación sin recibir los proyectiles.
Es de una gravedad extrema que se anunciara públicamente la cancelación del contrato hace meses pero que éste finalmente se haya formalizado sin dar ningún tipo de explicación
Por ende, Interior formalizó la contrata el pasado 16 de abril –en plena Semana Santa– y hoy ha mandado otra nota de prensa en la que resalta que «la anulación hubiera supuesto abonar el precio a la empresa sin recibir el material contratado, necesario para que la Guardia Civil pudiera prestar los servicios que tiene encomendados». No obstante, el escrito indica que el Ministerio «comparte el compromiso del Gobierno español de no vender o comprar armamento al Estado israelí adquirido desde que estalló el conflicto armado en el territorio de Gaza».Las fuertes críticas de Sumar e IU
A primera hora del miércoles, la vicepresidenta segunda y fundadora de Sumar, Yolanda Díaz, ha exigido a Marlaska una «rectificación inmediata» en la adquisición de balas a Israel, ya que considera que «supone una vulneración flagrante de los acuerdos» suscritos por los dos partidos del Ejecutivo.
En la misma línea, el portavoz parlamentario de Izquierda Unida y diputado del grupo Sumar, Enrique Santiago, ha aseverado en el Congreso que «no es aceptable y no es creíble que no haya mecanismos para de inmediato anular, resolver, dejar sin efectos ese contrato de 6 millones de euros», que es «un contrato muy menor en la contabilidad nacional».
«Si son incapaces de cumplir su obligación política de anular este contrato, como es sencillo hacerlo, tienen que dar un paso al lado y permitir que otras personas se encarguen de algo tan sencillo como dejar sin efecto. Más claro no he podido ser», ha llegado a decir sugiriendo que pide la dimisión de Marlaska si no se da marcha atrás con el contrato.
De hecho, Santiago ha expresado que el PSOE está entrando en una «dinámica muy peligrosa» al imponer decisiones «de manera unilateral y sistemáticamente» en el Gobierno de coalición –en asuntos como la seguridad y la Defensa– y ha llegado a plantear la opción de que Sumar salga del Ejecutivo.
Asimismo, la ministra Sira Rego, de Izquierda Unida, ha remitido una misiva al ministro del Interior en la que le insta a cancelar el contrato de compra de armamento a Israel. Así, ha afirmado que «es de una gravedad extrema que se anunciara públicamente la cancelación del contrato hace meses pero que éste finalmente se haya formalizado sin dar ningún tipo de explicación al respecto ni en público ni en el seno del Gobierno». «Nuestro país tiene un compromiso claro con la legalidad internacional y con una solución pacífica y justa en Oriente Medio que es incompatible con el tipo de actuaciones que hemos conocido hoy», ha zanjado.