Mariano Moreno Pavón, exgerente del PSOE, la semana pasada en el Senado
Exclusiva
El gerente del PSOE se llevó una copia de la contabilidad que incluye los pagos en metálico a Sánchez y a otros miembros del partido
Mariano Moreno Pavón, el gerente del PSOE cuyos movimientos financieros están siendo investigados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, hizo una copia de la contabilidad del partido en los días previos a dejar el cargo. Según ha podido saber El Debate en exclusiva, entre esos archivos figura un documento que incluye todos los pagos de sobres con dinero en metálico que el partido realizó, bajo la apariencia de notas de gasto, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a otros miembros de la cúpula socialista.
Fuentes conocedoras del contenido de esa copia explican a este periódico que los apuntes contables reproducen, con fechas, importes y conceptos, los desembolsos en efectivo que se efectuaban desde la gerencia de Ferraz, y que eran clasificados, dependiendo del archivo, como «compensaciones» o «liquidaciones internas». En ellos figuran los nombres de Sánchez y otros dirigentes orgánicos del partido. El propio presidente, en una entrevista reciente en la Cadena Ser, admitió haber cobrado «dietas internas» del PSOE durante su etapa como secretario general, si bien aseguró que estaban «perfectamente justificadas».
En los días previos a su salida como máximo responsable de las finanzas del partido, Pavón realizó varias copias de seguridad del ordenador que utilizaba en su despacho, ubicado en la sede central del partido, en la calle Ferraz de Madrid, muy próximo al de la secretaría de Organización que ocupó Santos Cerdán, actualmente en prisión provisional por corrupción. Fuentes internas del PSOE confirman que el portátil le fue entregado por el partido en 2017, cuando fue designado alto cargo de la Ejecutiva Federal. Antes de devolverlo, lo formateó hasta en dos ocasiones. Según expertos informáticos consultados por El Debate que colaboran habitualmente con la Guardia Civil, este tipo de eliminación de datos suele ser profunda y deliberada, ya que suele hacerse para borrar evidencias digitales que puedan comprometer al usuario.
Uno de los documentos que Pavón copió, que en estos momentos no está bajo custodia judicial, contiene el registro de las notas de gasto en metálico que circulaban internamente por el partido, una práctica habitual que el propio Tribunal Supremo considera relevante para determinar el alcance de la financiación paralela del PSOE. En ese registro se incluyen pagos periódicos a Sánchez y a otros altos cargos, bajo los epígrafes de «desplazamientos», «reuniones de coordinación» o «gastos de representación», tal y como ha podido comprobar este periódico.
El despacho de Pavón se encontraba, precisamente, a pocos metros de la sala donde la empresaria Carmen Pano, según declaró ante el magistrado Leopoldo Puente, entregó una bolsa con 90.000 euros en metálico. La Guardia Civil considera que el exgerente tenía «conocimiento directo» de la operativa de sobres en Ferraz. En los informes remitidos al Tribunal Supremo, la UCO sostiene que Pavón no solo supervisaba los pagos sino que autorizaba personalmente las compensaciones internas, muchas de las cuales no figuran en las liquidaciones oficiales.
Un donativo de un millón
Las sospechas sobre la contabilidad del PSOE se intensificaron tras descubrir que Pavón firmó junto a Ábalos y Cerdán la donación de un millón de euros al Instituto de Salud Carlos III en mayo de 2020, en plena pandemia. Tal como publicó El Debate, los investigadores rastrean el origen de esos fondos, que fueron presentados como una colecta altruista entre militantes pero que, según los agentes, pudo servir para canalizar o blanquear dinero procedente de comisiones ilegales.
Los agentes subrayan que el partido recaudó 405.200 euros hasta el 24 de abril de 2020, pero que en apenas 17 días la cifra se disparó hasta el millón, un ritmo imposible de justificar solo con aportaciones de afiliados confinados durante el estado de alarma. El Instituto Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad, fue una de las entidades que evaluó y supervisó la contratación de proveedores de material sanitario durante la pandemia, lo que hace sospechar que parte del dinero pudo regresar al circuito de empresas beneficiadas por las adjudicaciones investigadas en la trama Koldo.
Tras su salida de Ferraz, Sánchez nombró a Pavón presidente de la empresa pública Enusa, encargada del suministro de uranio enriquecido a las eléctricas españolas, con un sueldo de 245.000 euros anuales. El ascenso se produjo apenas unos días después de que la cúpula del partido tuviera conocimiento de que la Guardia Civil estaba investigando una trama de corrupción. La sustitución coincidió con la destitución de José Vicente Berlanga, hombre de confianza de Ábalos en el sector público, y se interpretó dentro del partido como un blindaje político para apartar a Pavón del foco.
El juez Leopoldo Puente lo ha citado a declarar este miércoles junto a Celia Rodríguez, trabajadora de Ferraz, para aclarar el origen de los fondos y las entregas de dinero en efectivo que se realizaban en la sede del PSOE.
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