El portavoz de Vox, Manuel Gavira, durante su intervención en la sesión de control al Ejecutivo tras el reproche del presidente andaluz, Juanma MorenoEFE

Guerra abierta entre PP y Vox en Andalucía hasta las elecciones

El último cruce de acusaciones en el Parlamento andaluz agrava las relaciones entre ambas formaciones, que viven con cuentas pendientes y objetivos electorales distintos

El Partido Popular Andaluz alegó falta de consenso para no apoyar la ley de concordia de Vox este miércoles en el Parlamento de Andalucía. Precisamente, la falta de acuerdo y concordia es lo que resume las relaciones entre el PP andaluz y Vox, agravadas esta semana en el Pleno. Ambas formaciones marcaron distancias después del debate de los presupuestos. Allí, Vox rechazó las cuentas del consejero de Hacienda, Juan Bravo, por la «farsa» y «trilerismo político» del Gobierno (el audio del vicepresidente Marín estuvo muy presente) y el «continuismo» de las políticas socialistas que supondrían. Pero este distanciamiento ha quedado patente, incluso se ha agudizado, esta semana. 

El Pleno del Parlamento de Andalucía ha sido el escenario de la discordia entre el PP y Vox, y las votaciones de tres leyes, la causa. No sólo han chocado por la ley de concordia, compromiso que adquirió el PP con Vox en el acuerdo que alcanzaron para la investidura de Juanma Moreno, sino también por la línea de subvenciones destinadas a las Entidades Locales Autónomas Andaluzas (ELA). Estas ya reciben la partida de 2,5 millones de euros que se destina a ellas, «gracias a que Vox aprobó los presupuestos de 2019, 2020 y 2021», como afirmó Alejandro Hernández. También por la creación de la Agencia Empresarial para la Transformación y el Desarrollo Económico (Trade), que comportará la fusión de cuatro entes públicos herencia del PSOE: la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), la Agencia Andaluza del Conocimiento (AAC), la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda) y Andalucía Emprende. 

Cruce de palabras potente

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el portavoz de Vox en el Parlamento, Manuel Gavira, tuvieron este jueves un cruce de palabras intenso. El diputado autonómico del partido de Santiago Abascal advertía que la Agencia Trade será «una gran alfombra» que el Gobierno andaluz levantará para «meter debajo toda la corrupción y todo el despilfarro socialista». Además, recriminó a Moreno «la consolidación y el mantenimiento de los chiringuitos socialistas». Citando a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, Gavira le indicaba que «del socialismo se sale». «Haga lo que están haciendo en otras comunidades, y si no es capaz, dele la palabra a todos los andaluces», le decía para finalizar.

De las acusaciones de Vox, Moreno se defendía vendiendo como un ejemplo de «cambio» la Agencia Trade, que sustituye a «cuatro agencias marcadas por la corrupción socialista y que desaparecen». Después, pasando al ataque, el presidente de la Junta de Andalucía, al contrario que el portavoz de Vox, sí quiso profundizar en el tema de la ley de concordia, «una ley de parte», sostuvo, como la ley de memoria histórica del PSOE. Y con respecto a las últimas palabras de Gavira, Moreno afirmaba que Vox sólo quiere «elecciones, elecciones y elecciones», así como lo responsabilizaba de estar «bloqueando Andalucía» junto con el PSOE por su no a los presupuestos para 2022. 

El segundo asalto

La segunda parte del enfrentamiento lo protagonizaban  Rodrigo Alonso (otro diputado autonómico del partido de Abascal) y Elías Bendodo, el consejero de la Presidencia Elías Bendodo. El motivo era el actual cargo del exdirector de la Agencia IDEA Miguel Ángel Serrano, condenado por los ERE e investigado en el caso Isofotón, en dicho organismo. Alonso acusaba al Gobierno andaluz de comportarse «como parte activa del refugio de los condenados socialistas», y Bendodo se refería a la «pinza» entre el PSOE y Vox, la cual «nació en Madrid», aseguraba, y a que el PSOE siempre «encuentra el hombro de Vox cuando lo necesita». 

Esta dinámica de reproches mutuos continuará hasta que Juanma Moreno decida, ejerciendo su potestad como presidente de la Junta de Andalucía, disolver el Parlamento y convocar elecciones, aunque, por encima de todo, define a qué votantes se dirige cada formación. A pesar de las broncas, PP y Vox no pelearán por el mismo elector. Juanma Moreno pretende absorber a Ciudadanos, para lo cual se desplaza hacia su izquierda, juega a la tecnocracia y el pragmatismo del centro político, moderado, a la par que andalucista, aspirando a heredar, asimismo, a mucho votante socialista. Por su parte, Vox ocupará toda la derecha, aunque con un discurso obrerista, aprovechando la deriva posmoderna de la izquierda.

A tenor de las últimas encuestas, la estrategia del Partido Popular andaluz, que no quiere depender de Vox después de los comicios, parece funcionar, y el partido de Abascal sigue creciendo, aun sin tener en cuenta el efecto que puede tener la presumible candidatura de Macarena Olona, que se confirmaría cuando se produzca la convocatoria electoral. La propia Olona ha manifestado recientemente que «o Vox obtiene mayoría absoluta, o el gran abrazo será entre el PP y el PSOE». Así, la presente guerra abierta entre el Partido Popular andaluz y Vox responde tanto a cuentas pendientes como a objetivos distintos, que sólo se resolverán en las próximas elecciones autonómicas.