Manuel Clavero, en una imagen de archivoEFE

Polémica en Andalucía por un busto de Manuel Clavero, el padre del «café para todos»

La Cámara autonómica reconocerá, por iniciativa del Gobierno andaluz, al exministro, «padre de la Andalucía moderna», a pesar del rechazo del PSOE-A

Nadie, con la notoria excepción del PSOE-A, y respecto a su relevancia, niega el papel que desempeñó Manuel Clavero Arévalo –fallecido en junio de 2021– en la conversión autonómica de Andalucía. Principal valedor de la España de las autonomías, con su «café para todos», el que fuera ministro para las Regiones en el segundo Gobierno de Adolfo Suárez, no obstante, ha sido una figura muy poco reconocida en Andalucía, ya que los socialistas, durante casi cuarenta años, sólo han mirado por lo suyo, obviando la participación de todo ser ajeno a sus coordenadas ideológicas en el proceso autonómico.

Sin embargo, con la llegada de Juanma Moreno a San Telmo, Manuel Clavero –fundador del Partido Social Liberal Andaluz (PSLA), posteriormente integrado en la Unión de Centro Democrático (UCD)– recuperó el protagonismo que tuvo en la Transición, asimismo reivindicada por el presidente de la Junta de Andalucía, que lo encumbra como «padre de la Andalucía moderna». Esto ha permitido al dirigente andaluz enarbolar la bandera del «andalucismo moderno», más moderado y cercano a la historia de España, en consonancia con un PP-A «andalucista, de centro y que propugna el liberalismo social», como definió Elías Bendodo a su formación en el marco de su último congreso regional.

La controversia

Precisamente, ha sido el consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía quien ha impulsado la iniciativa de colocar un busto de Clavero en el Parlamento, la cual ha generado una controversia. La Mesa del Parlamento habría aprobado la propuesta, que no se votó en el seno del órgano rector de la Cámara. El pasado 16 de marzo, su presidenta, Marta Bosquet (Cs), leyó la carta de Bendodo, por la cual realizaba la petición, y requirió el asentimiento de los miembros de la Mesa, que no alzaron la voz.

«Como tal, no se produjo una votación, en el sentido de mano alzada», manifestó Manuel Gavira, integrante de la Mesa y portavoz parlamentario de Vox, en la sala de prensa del Parlamento andaluz el 23 de marzo. En cuanto a la instalación del busto en sí, Gavira señaló «lo podrían poner fácilmente en San Telmo, pero el señor Bendodo, como confunde todo, se cree que también el Parlamento de Andalucía es una institución que él controla, y no debería ser así».

Un día antes, el 22 de marzo, la portavoz socialista, Ángeles Férriz, acusó, por su parte, al Gobierno de Juanma Moreno de querer «reescribir la historia del pueblo andaluz». La número dos del PSOE-A afirmó que el Partido Popular tiene «un problema de coherencia, porque nunca compartieron la lucha por la autonomía de Andalucía». Además, aseguró que los socialistas no tienen «nada en contra de Clavero Arévalo»; sin embargo, consideró que el «testimonio público» del exministro «no alcanza» al de Plácido Fernández Viagas o Rafael Escuredo, «los auténticos luchadores para que todos pudiéramos conseguir un estatuto de autonomía de máximos».

«No vamos a permitir que se inventen padres de la patria moderna; sólo hay un padre de la patria andaluza, y es Blas Infante. Y quedó claramente reconocido en abril de 1983», sentenció Férriz. Ya por aquel entonces, el PSOE-A, con la mayoría absoluta más amplia (66 de 109 escaños) en la historia del Parlamento de Andalucía, establecía «el consenso», aludido ahora por la vicesecretaria general de los socialistas andaluces.

Busto de Blas Infante en la puerta del salón de Plenos del Parlamento andaluzParlamento andaluz

Reconocimientos varios

Finalmente, la votación expresa y particular de la iniciativa tuvo lugar el 23 de marzo, tras la comparecencia de Manuel Gavira, y contó con los apoyos del PP-A, Ciudadanos y Vox, y el rechazo del PSOE-A. Pero la cosa no acaba aquí. Esta decisión, en teoría, debía estar vinculada al acuerdo que suscribieron todos los grupos parlamentarios para darles nombre a cada una de las salas de la Cámara.

La Mesa ya había pactado, a propuesta de Unidas Podemos, llamar a la biblioteca Plácido Fernández-Viagas Bartolomé, hijo del primer presidente de la Junta preautonómica y letrado del Parlamento andaluz hasta su jubilación, en 2017, y fallecido en julio de 2021. A raíz de ello, el PSOE-A solicitó un reconocimiento en la Cámara a Rafael Escuredo, primer presidente autonómico de la Junta, y el PP-A hizo lo propio para que la sala de usos múltiples llevara el nombre de Alberto Jiménez-Becerril, el único diputado del Parlamento de Andalucía asesinado por ETA, y sobre el que existía consenso.

En cualquier caso, y a pesar de la polémica, la Cámara autonómica albergará el busto de Manuel Clavero, que ha costado 5.500 euros (IVA incluido) –importe saliente del presupuesto del Centro de Estudios Andaluces, ente dependiente de la Consejería de la Presidencia– y será el tercero en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, después del de Blas Infante y el de Plácido Fernández Viagas. Lo de las salas deberá esperar.