La sequía azota una Andalucía con unos embalses bajo mínimos y sin inversiones hídricas
Juanma Moreno urge a Pedro Sánchez a invertir en infraestructuras hídricas para su comunidad
Los embalses andaluces han terminado agosto bajo mínimos. Andalucía es, con diferencia, la comunidad con la menor reserva hídrica de España. La situación es especialmente grave en la cuenca del Guadalquivir, donde más notan los efectos de la sequía que asola a gran parte del país.
Los pantanos andaluces han perdido 74 hectómetros cúbicos de agua en la última semana y guardan ahora, a fecha 30 de agosto, 3.168 hm³, el 26,33 % de su capacidad; acumulan, por tanto, un 6,95 % menos que hace un año en la misma fecha. Es menos de la mitad, un 26,69 %, de la media de los últimos diez años.
Las reservas hídricas de la cuenca del Guadalquivir disponen de 1.783 hm³ de agua almacenada, 46 hm³ menos que hace siete días; esto es, al 21,98 % de sus posibilidades (con 8.133 hm³, la de mayor capacidad de Andalucía). La Cuenca Mediterránea Andaluza cuenta con un volumen embalsado del 42,33 %, pero apenas son 497 hm³.
Por provincias, la sequía está azotando particularmente a Córdoba y Jaén, cuyas reservas se encuentran al 17,03 % y el 19,77 % de su capacidad, respectivamente. En el norte de Córdoba, el pantano de Sierra Boyera apenas conserva 4,5 hm³, prácticamente seco, al 11 % de sus posibilidades. En consecuencia, hasta 28 municipios sufren restricciones: desde julio reciben un 10 % menos de dotación de agua respecto a un año hidrológico normal (en lo que va de 2022 ha llovido un 40 % menos de lo normal).
En Jaén, el embalse del Giribaile, el más grande de la provincia, guarda 62,7 hm³, el 13,2 % de su capacidad. El agua para consumo humano está garantizada hasta final de año, pero peligra la campaña de riego. Desde ASAJA aconsejan a los agricultores que aseguren sus cosechas olivareras, ya que el 90 % de los olivares están sin protección.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, declaró la situación excepcional de sequía en el sistema de regulación general y otras unidades territoriales de escasez (UTE) el pasado 1 de noviembre, con un 26,2 % de volumen embalsado.
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, denunciaba este martes que el Gobierno de España, gestor del 67 % de las cuencas andaluzas, sólo ha invertido algo menos de 14 millones de euros en infraestructuras hídricas, frente a los 141 millones de euros que ha movilizado el Ejecutivo autonómico mediante dos decretos de sequía, que aportarán 72,9 hm³ de agua adicionales a las reservas hídricas en la región.
Además, Crespo presentaba en Consejo de Gobierno un informe sobre la situación hídrica de Andalucía el grado de ejecución de los dos decretos aprobados por la Junta para paliar la situación de sequía, que ya han alcanzado el 48 % de su ejecución con 15 actuaciones en marcha.
Según dicho documento, las zonas que precisan de una atención especial son La Viñuela, que actualmente se encuentra en situación de emergencia; Cuevas de Almanzora, en situación de escasez grave (emergencia) por la interrupción del trasvase Negratín-Almanzora, y Campo de Gibraltar, que estaría nuevamente en situación de escasez severa (alerta) pero muy cerca de la emergencia.
Por su parte, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, urgía este miércoles a Pedro Sánchez a invertir en infraestructuras hídricas para Andalucía. «¿En qué piensa el presidente del Gobierno de España cuando la primera potencia agrícola de España está secándose, se muere de sed, ante la incapacidad manifiesta del Gobierno para reaccionar y hacer las obras que necesitamos desde hace dos años?», se preguntaba Moreno, quien espera una convocatoria extraordinaria, no «de seguimiento», de la Mesa de la Sequía.