Málaga gana el pulso del vuelo de Nueva York a Sevilla
El alcalde hispalense culpa a la Junta de Andalucía de una decisión motivada por los cruceros y las infraestructuras de la capital de la Costa del Sol
La compañía United Airlines anunció el pasado miércoles una nueva conexión aérea entre Nueva York y Málaga. Los aviones de la aerolínea estadounidense comenzarán a aterrizar en el aeropuerto de la Costa del Sol el 2 de junio de 2023. Supondrá la vuelta, cuatro años después, de los vuelos directos a Andalucía procedentes de Estados Unidos.
Se trata de una noticia que, en principio, no debería molestar a nadie; sin embargo, no ha sentado muy bien en Sevilla, que llevaba años intentando captar dicho enlace. De hecho, mientras el consejo andaluz de Turismo, Arturo Bernal, celebraba la «grandísima noticia», el alcalde de la capital hispalense, Antonio Muñoz, acusaba a la Junta de Andalucía de «dinamitar» el vuelo directo Nueva York-Sevilla.
«La decisión de la compañía no obedece a criterios de mercado, sino a ayudas que se hayan podido establecer por parte de la Junta de Andalucía», afirmó Muñoz el jueves. El socialista había presentado a United Airlines unos datos que demostrarían que Sevilla capital recibe el triple de visitantes estadounidenses que Málaga; una diferencia que se incrementa en un 36 % entre provincias. Así pues, estaba convencido de que la aerolínea se decantaría por la que es, además, capital de Andalucía.
«Lo que ocurre es que, cuando el consejero [Arturo Bernal], el viceconsejero [Víctor González] y la secretaria general [Yolanda de Aguilar] son de Málaga, se corre el riesgo de pensar que el turismo es en Andalucía sólo la Costa del Sol», añadió Muñoz, pese a que De Aguilar es, en realidad, de Jaén. Desde la Junta de Andalucía han restado importancia a las declaraciones del regidor hispalense, proferidas «más como candidato que como alcalde», según el portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco.
Los cruceros, claves en la decisión
El gerente de ventas de United Airlines, Antonio del Toro, explicó que el motivo principal por el que la compañía ha elegido el Aeropuerto Pablo Picasso en detrimento del de San Pablo es el número de turistas norteamericanos que desembarcan en Málaga para embarcarse en grandes cruceros. Del Toro también destacó la cobertura que permite su instalación en Málaga.
En la decisión de la compañía estadounidense subyace el hecho de que Sevilla no dispone de una infraestructura idónea para acoger el volumen de pasajeros que recibe la capital de la Costa del Sol. En 2019, año de referencia previo a la pandemia, el aeródromo malagueño atendió 19,8 millones de viajeros, mientras que el sevillano se ocupó de poco más de 7,5 millones. Cuando el próximo mes de enero finalice su ampliación, San Pablo podrá acoger hasta 10 millones de pasajeros.
Por otro lado, Sevilla no tiene una conexión ferroviaria desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad, a diferencia de Málaga. Es uno de los compromisos del Ministerio de Transportes (otrora Fomento) con Sevilla. El Ministerio de Turismo, por su parte, se comprometió en el último Fitur a intermediar para que United Airlines escogiera San Pablo.
Este pulso lo ha ganado Málaga, en pleno debate de la ley de capitalidad. A partir de junio de 2023, el Aeropuerto Pablo Picasso recibirá vuelos procedentes del aeropuerto de Newark, Nueva York, tres veces por semana. Sevilla mira ahora hacia el sur de Estados Unidos. «Los norteamericanos que más llegan a Sevilla proceden de California. Hay muchísimas posibilidades en torno a Miami, Chicago, California», apuntó Antonio Muñoz.