El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, posa con la bandera de la comunidad en la celebración de su victoria electoralJuan Manuel Vidal / Efe

Consejo de Gobierno

El Día de la Bandera de Andalucía no será festivo y solo se celebrará en colegios e instituciones

El Gobierno de Juanma Moreno fija por decreto el 4 de diciembre como Día de la Bandera de Andalucía para conmemorar las manifestaciones de 1977

El Consejo de Gobierno andaluz ha aprobado este martes el decreto por el que se declara el 4 de diciembre Día de la Bandera de Andalucía. Será una jornada laborable, como hasta ahora; pero con la que se pretende impulsar iniciativas educativas, sociales e institucionales que contribuyan a garantizar la máxima difusión de los valores y significados que encarna dicho emblema.

«Se trata de una fecha que unió a todo el pueblo andaluz en torno a la blanca y verde, y parece de justicia que los andaluces lo celebremos», ha afirmado el portavoz del Ejecutivo autonómico, Ramón Fernández-Pacheco, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, donde el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, ha explicado en qué consistirá el Día de la Bandera de Andalucía.

En ella se conmemorarán las manifestaciones que se celebraron el 4 de diciembre de 1977 en las capitales de provincia de Andalucía en pro de la autonomía de la región. Aquel día, la enseña andaluza fue la gran protagonista. Ello, precisamente, se quiere enseñar en los colegios. El objetivo es que las nuevas generaciones conozcan la historia del proceso autonómico de Andalucía.

Izado de bandera y actividades culturales

Por otro lado, se instará a que, durante el 4-D, los órganos administrativos de la Junta de Andalucía se adhieran a la conmemoración de esta fecha mediante el izado de la bandera en todas las instituciones a sones del himno autonómico. Los ayuntamientos y las diputaciones también están invitados a la celebración de la efeméride. Se organizarán, además, actividades culturales y deportivas, charlas y conferencias acerca de la jornada.

Con todo ello se refuerza la autonomía andaluza y se homenajea a «todos aquellos andaluces que lucharon por una Andalucía de primera», según Antonio Sanz, que ha sostenido, igualmente, que el Gobierno de Juanma Moreno promueve un andalucismo «integrador, moderado, plenamente constitucional y sin complejos», porque «el debate no es Andalucía o España, sino a más Andalucía, más España».

Del mismo modo, Sanz ha informado de que la fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente de la consejería que él dirige, y el Ayuntamiento de Ronda ya trabajan en declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el Círculo de Artistas de Ronda.

Finalmente, el consejero de la Presidencia ha aclarado que el 4 de diciembre no será día festivo como sí lo es el 28 de febrero —Día de Andalucía—, que no es laborable. La jornada se conmemorará sólo «desde el punto de vista institucional y social».

De esta forma, Juanma Moreno cumple con el compromiso que adquirió con el histórico dirigente andalucista Alejandro Rojas-Marcos el pasado 19 de octubre, en la presentación de un libro, Por un poder andaluz, sobre la historia del Partido Andalucista (PA).

La Asamblea de Ronda

La bandera de Andalucía tiene su origen en la Asamblea de Ronda. En dicha Asamblea, celebrada los días 13 y 14 de enero de 1918 en el Círculo de Artistas de la ciudad malagueña, se adoptaron lo que Blas Infante, considerado padre de la patria andaluza, denominó las «insignias» de la región: la bandera —de franjas horizontales verde, blanca y verde— y el escudo —en el que figuran las columnas de Hércules, domando a dos leones, y la leyenda ‘Andalucía para sí, para España y la Humanidad’—.

No obstante, la enseña blanquiverde —a la que los nacionalistas se refieren como «arbonaida»— está inspirada en la que ondeaba en la Alcazaba de Almería en el siglo XI. Además, el blanco y el verde —que representan la paz y la esperanza, respectivamente, a las que se alude en el himno— son los mismos colores de la bandera que, en 1810, portaban las mujeres de Casares —pueblo natal de Blas Infante— en la guerra contra el invasor francés.