Una vista del Peñón desde la ciudad vecina de La LíneaGTRES

El Brexit amenaza con el bloqueo de la Verja 40 años después de su apertura

El paso fronterizo entre Gibraltar y España es la cuestión central de la negociación del tratado que ha de regular la relación del Peñón con la Unión Europea

Cuentan las crónicas del 15 de diciembre de 1982 que la Verja, como se conoce popularmente al paso fronterizo entre la colonia británica de Gibraltar y la ciudad española de La Línea de la Concepción (Cádiz), se abría después de 13 años de bloqueo y con la emoción de unas 500 personas deseosas de cruzar la frontera y saludar a sus familiares o amigos al otro lado de la misma. El 8 de junio de 1969, Franco ordenó el cierre de la Verja como respuesta a la entrada en vigor de la Constitución de Gibraltar, proclamada dos años después de que los gibraltareños votaran en referéndum seguir vinculados a la Corona británica, echando por tierra la negociación para la devolución del Peñón a España.

En la primera reunión de su primer Consejo de Gobierno, el presidente socialista Felipe González mandó abrir la Verja, aunque sólo para peatones, a las cero horas del 15 de diciembre de 1982. Francisco Romo Martín, un linense de 52 años, fue el primero en pasar la frontera, adelantándose en el último momento a Carmen Worb, una llanita. La Verja separó durante más de 13 años a cientos de familias que debían coger un barco desde Gibraltar hasta Marruecos y luego otro hasta Algeciras (Cádiz) para poder reunirse. Además, el cierre de la frontera dejó sin empleo a más 5.000 trabajadores españoles en el Peñón. El 5 de febrero de 1985 a las 12 de la madrugada se completó la apertura de la Verja con el permiso para el tránsito de vehículos y mercancías.

Este jueves se cumplen 40 años de la primera efeméride, justo cuando la amenaza de un nuevo bloqueo de la Verja, en este caso por el Brexit, se cierne sobre la comarca del Campo de Gibraltar. El paso fronterizo entre el Peñón y La Línea, ya como ciudad de la Unión Europea, vuelve a estar en cuestión; es la cuestión central de la negociación del tratado que ha de regular la relación de Gibraltar con los Veintisiete después de la salida del Reino Unido del club. Bruselas y Londres negocian desde octubre de 2021 una solución para la colonia británica que parece cada vez más lejana, habida cuenta del giro argumental que en las últimas fechas ha protagonizado el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, a menos de un mes de que expire el último plazo que se han dado las partes para alcanzar un acuerdo.

La postura inicial del Gobierno del Peñón se basaba en la eliminación de la Verja, algo que contempla la propuesta global que ha remitido la Comisión Europea al Reino Unido: «Eliminar la Verja para favorecer la movilidad de personas y bienes entre la UE y Gibraltar». España, por tanto, había cedido a las pretensiones británicas; en pro de una «zona de prosperidad compartida». Sin embargo, en una reciente entrevista en la GBC, la televisión pública del Peñón, Picardo manifiesta que «Gibraltar no será una extensión del espacio Schengen», lo cual, en caso afirmativo, permitiría suprimir la Verja. Estas declaraciones se producían tras la undécima ronda de negociación entre la Unión Europea y el Reino Unido, celebrada en Londres los pasados 28 y 29 de noviembre y de la que no trascendían las conclusiones ni la fecha de una nueva reunión antes de final de año.

El ministro principal del Peñón plantea ahora la creación de un «área común de viaje entre Gibraltar» y Schengen, así como que la Roca sea una «zona de inmigración». Se trata de un modelo parecido, precisamente, al que se aplica entre la República de Irlanda (UE) e Irlanda del Norte y que en inglés se denomina common travel area. «Schengen no empezará en Punta Europa [el punto más al sur del Peñón] o en medio del Estrecho, donde termina nuestro territorio marítimo. Schengen seguirá empezando en la frontera con España [la Verja], pero la entrada en Gibraltar, que será una zona de inmigración separada, te permitirá tener libre acceso a la zona Schengen también», afirma Picardo en la entrevista.

Una solución «definitiva» para Gibraltar

Por otro lado, la Asamblea General de las Naciones Unidas insta al Reino Unido y España a buscar «una solución definitiva a la cuestión de Gibraltar», aunque reconoce las diferencias que existen entre las partes. El órgano principal de la ONU aludió este lunes al hecho de que los británicos son partidarios de continuar el llamado Foro trilateral de Diálogo (España, Gibraltar y el Reino Unido), mientras que para los españoles ese foro «ya no existe y debe ser sustituido por un nuevo mecanismo de cooperación local en el que estén representados los habitantes del Campo de Gibraltar y de Gibraltar».

La solución para el Peñón pasa, según la ONU, por «escuchar los intereses y aspiraciones de Gibraltar que sean legítimos conforme al derecho internacional». No obstante, la Asamblea, instando a los dos países a «progresar en áreas de interés mutuo hacia una relación basada en el diálogo y la cooperación», aprobó, sin someterlo a votación, el proyecto de decisión sobre la Cuestión de Gibraltar, fundamentado en su decisión anterior, la 76/522, de 9 de diciembre de 2021.

76/522. Cuestión de Gibraltar

En su 49.ª sesión plenaria, celebrada el 9 de diciembre de 2021, la Asamblea General, por recomendación de la Comisión Política Especial y de Descolonización (Cuarta Comisión), recordando su decisión 75/523, de 10 de diciembre de 2020:

a) Instó a los Gobiernos de España y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a que, escuchando los intereses y las aspiraciones de Gibraltar que fueran legítimas conforme al derecho internacional, llegaran, en el espíritu de la Declaración de Bruselas de 27 de noviembre de 1984, a una solución definitiva de la cuestión de Gibraltar a la luz de las resoluciones pertinentes de la Asamblea General y los principios aplicables, y de conformidad con el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas;

b) Tomó nota de la voluntad del Reino Unido de continuar con el Foro trilateral de Diálogo;

c) Tomó nota de la posición de España de que el Foro trilateral de Diálogo ya no existía y debía ser sustituido por un nuevo mecanismo de cooperación local en el que estuvieran representados los habitantes del Campo de Gibraltar y de Gibraltar;

d) Acogió con beneplácito los esfuerzos hechos por todos para resolver problemas y avanzar en un espíritu de confianza y solidaridad, con el fin de encontrar soluciones comunes y progresar en áreas de interés mutuo hacia una relación basada en el diálogo y la cooperación.

En 1963, la ONU incluyó a Gibraltar en el listado de «territorios no autónomos pendientes de descolonización» a instancias de España, que pretendía abordar el proceso de descolonización del Peñón. La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció que, para ello, se debían tener en cuenta «los intereses» de la población del territorio. Perfecta excusa para que el Reino Unido organizara un «referéndum de soberanía» en 1967. A cambio de su lealtad a la Corona, el Reino Unido concedería a los llanitos la autonomía que deseaban y se comprometería, además, a no negociar nunca de forma bilateral su devolución.