Sevilla afronta una nueva Madrugá bajo la ley seca: sólo café y churros, nada de alcohol

Sevilla se prepara para vivir su noche más especial del año, y no sólo por la emoción y sentimentalismo propios de la Madrugá, sino por la ley seca que se impone en ella, siendo la única noche del año en que los establecimientos habilitados para ello en el centro de la ciudad tienen prohibida la venta de alcohol. No obstante, en este año electoral, el Ayuntamiento abre más la mano y permite la apertura de bares en zonas específicas para vender café y churros, comida en general.

El objetivo, según el Gobierno municipal (PSOE), es garantizar la seguridad en el entorno de la carrera oficial, donde se concentra más público y donde en el año 2000 se produjeron las famosas carreritas, que provocaron, a su vez, avalanchas y escenas de pánico, sin saberse aún su detonante. En 2005, 2009, 2015 y 2017 también se vivieron episodios similares, aunque no con la repercusión de aquéllos.

Desde 2019, el Consistorio hispalense prohíbe la venta de alcohol durante la Madrugá en el centro. Ese año (en 2020 y 2021 no hubo cofradías en las calles por el covid) también se obligó a los hosteleros a echar el cierre de sus bares en la noche del Jueves al Viernes Santo (a partir de la 01:00).

Esta segunda prohibición se levanta parcialmente en esta próxima Madrugá para aquellos no autorizados a estar abiertos toda la noche, de forma que cerrarán a las 01:30, hora y media antes de lo que fijan sus licencias y media hora más tarde que en 2022, cuando ya se relajaron algo los requisitos.

Hay, sin embargo, una excepción a esta ampliación horaria: los locales ubicados en la calle Alfonso XII y la plaza del Duque deberán cerrar a la 1:00 por la salida de la Hermandad del Silencio, desde la Iglesia de San Antonio Abad, y no podrán abrir hasta las 06:00, ya con esta cofradía recogida en su templo.

Bares abiertos en la Madrugá

Los bares que pueden estar abiertos durante toda la Madrugá, autorizados por el Ayuntamiento, son los que se encuentran en las calles Álvarez Quintero, Argote de Molina, Placentines, Bilbao, Plaza Nueva, plaza de la Campana y avenida de la Constitución. En ellos, quien así lo desee podrá pedir café, churros, dulces, tostadas o montaditos, pero no alcohol, y deberá permanecer sentado en su interior.

Además, y como en el resto de las jornadas de esta Semana Santa, se ha dispuesto la obligación de retirar los veladores y dejar de expedir bebidas en lata o vaso de cristal para su consumo en la vía pública en las calles por las que pasan las cofradías desde una hora antes de la llegada de la cruz de guía, y habrá control en puerta para comprobar que los productos que salgan del establecimiento lo hagan en un recipiente autorizado (de plástico o cartón).

Por otro lado, los locales de ocio nocturno situados en las zonas contempladas en el plan de seguridad de Semana Santa estarán cerrados, con el objetivo de evitar situaciones como las de los años 2000 o 2017.

Se trata de un acuerdo entre el Gobierno municipal y la Asociación de Hosteleros de Sevilla para flexibilizar las restricciones y compatibilizar la seguridad y el negocio durante la Madrugá. Por ello también se vigilará que no haya botellonas, que la gente no consuma alcohol en la vía pública (algo que es ilegal), y el Ayuntamiento instalará más baños químicos portátiles en el centro, abiertos toda la noche para evitar la peste a orín por la mañana en muchas de sus calles.