Andalucía
El doble rasero del PSOE andaluz: cuando Susana Díaz fletó autobuses para torpedear la investidura de Moreno
Los socialistas andaluces fomentaron un escrache contra el ahora presidente de la Junta, ya que su Gobierno con CS supuestamente ponía en peligro los derechos de la mujer
El PSOE andaluz está indignado por las manifestaciones contra la amnistía que se suceden desde hace días ante sus sedes y casas del pueblo. Tanto es así que su secretario general, Juan Espadas, ha pedido incluso «poner coto» a estas concentraciones. Estas palabras, además, contrastan con la actitud de su partido con motivo de la investidura de Juanma Moreno como presidente de la Junta de Andalucía.
En aquellos días, 15 y 16 de enero de 2019, los socialistas fletaron autobuses gratis desde varias provincias y animaron a rodear el Parlamento andaluz, con el objetivo de torpedear la investidura de Moreno, primer presidente no socialista de la autonomía de Andalucía, después de casi 37 años de gobierno ininterrumpido del PSOE en la región.
La manifestación fue convocada inicialmente por la Coordinadora Feminismo Andaluz Autónomo como protesta contra el acuerdo de investidura entre el PP y Vox, a pesar de que finalmente no contempló la sustitución de la aún vigente ley de violencia de género autonómica por otra de violencia intrafamiliar ni la retirada de las subvenciones a asociaciones feministas, dos exigencias del partido de Santiago Abascal.
No obstante, el PSOE andaluz y la todavía presidenta de la Junta de Andalucía (en funciones), Susana Díaz, hicieron suya la manifestación y fomentaron el escrache contra Juanma Moreno y el futuro Gobierno PP-Ciudadanos, una coalición ―pionera entre 'populares' y naranjas; la única, además, que no acabó mal― que supuestamente ponía en peligro los derechos de la mujer.
Susana Díaz llamó a la movilización por carta. «Todos y todas debemos implicarnos al máximo en combatir a la derecha que ha blanqueado y dado protagonismo en las instituciones al franquismo político. La mayoría de progreso que hay en esta comunidad autónoma ha de estar movilizada contra la extrema derecha», afirmó en su escrito.
De esta forma, el PSOE andaluz fletó hasta 15 autobuses para acudir a la manifestación frente al Parlamento. «El PSOE nunca se ha escondido, siempre ha apoyado con los medios que tiene estas movilizaciones, y lo vamos a hacer ahora con más motivos y argumentos porque están en peligro los derechos conseguidos por las mujeres», sostuvo la hoy vicesecretaria general, número dos de la federación socialista, Ángeles Férriz.
Del mismo modo, el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) organizó una cadena humana que rodeó el Parlamento tras la investidura de Juanma Moreno y que apoyaron los socialistas. En 2017, Susana Díaz criticaba a Podemos por llamar a los ciudadanos a rodear el Congreso de los Diputados.
Victimismo
Ahora, el discurso del PSOE andaluz es bien distinto. El victimismo se ha apoderado de los socialistas, que culpan a Juanma Moreno y al PP de las concentraciones ante sus sedes, que en algunos casos han supuesto ataques contra las mismas. Según ellos, estos ataques son producto de «discursos de odio», mismo argumento que, paradójicamente, los llevó a salir a las calles para manifestarse con Moreno.
El objetivo del PSOE andaluz es deslegitimar unas manifestaciones mayormente pacíficas contra una medida y unos pactos que despiertan el rechazo de una gran parte de España, dado que suponen la ruptura de la unidad nacional y de la igualdad entre españoles. Los socialistas andaluces, en cambio, han cerrado filas con Pedro Sánchez, como en otras muchas ocasiones, y defienden la amnistía y esos pactos con tal de que no gobierne la derechona.