Supermercado Morrisons en GibraltarSteve Ball

Gibrexit

El supermercado más popular de Gibraltar fleta aviones para llenar sus estanterías vacías en Navidad por el Brexit

El transporte por carretera resulta más complejo y caro, un quebradero de cabeza para Morrisons en estas fechas

El supermercado Morrisons, el más popular de Gibraltar, se ha visto obligado a fletar aviones para llenar sus estanterías con productos típicos de cualquier menú de Navidad en el Peñón. Es otra de las consecuencias del Brexit, del que están a punto de cumplirse cuatro años y que dejó a la Roca en un limbo jurídico del que espera salir pronto.

Es la segunda vez ―ya lo hizo el año pasado― que la cadena de supermercados recurre al medio aéreo para ofrecer los productos más demandados por los gibraltareños en estas fechas, ya que el transporte por carretera ―medio habitual― desde el Reino Unido resulta más complejo y caro.

Morrisons ha fletado dos aviones, como el año pasado. El primero llegó a Gibraltar el martes, y el segundo, el miércoles. Las aeronaves llevaban un cargamento de nada menos que 20 toneladas de alimentos típicos de Navidad, como jamón asado, salchichas envueltas en panceta, patés, tablas de queso o postres variados.

El Brexit provocó cambios en las rutas de suministro y en los procedimientos aduaneros para la importación de ciertos productos de origen animal procedentes del Reino Unido. Así, la llegada de estos alimentos a Gibraltar a tiempo para la Navidad ha sido desde primera hora un quebradero de cabeza para Morrisons, que en 2022 decidió fletar aviones para no dejar las estanterías vacías.

Un engorro aduanero

El problema de Gibraltar no son los productos que llegan de dentro de la Unión Europea, sino algunos, en su mayoría de origen animal, que proceden del Reino Unido o de otros terceros países y tienen que cruzar el territorio aduanero europeo por Francia y España, donde son recibidos en la Aduana de La Línea de la Concepción cuando llegan por carretera.

La legislación europea estipula que el tránsito debe autorizarse previamente en un puesto de control fronterizo (PCF). Del mismo modo, otro PCF debe autorizar que la carga salga desde España hasta Gibraltar. Es decir, esos productos han de pasar por un PCF en Francia y otro en España antes de llegar al Peñón. Un engorro aduanero que Morrisons elude en avión.