Andalucía, laboratorio del crimen organizado: narcotráfico, inmigración y prostitución
Los mafias diversifican su negocio y aprovechan los portes de droga para transportar a inmigrantes en narcolanchas
El narcotráfico, la inmigración ilegal y la prostitución conforman el triángulo del crimen organizado. En Andalucía suele tener el Campo de Gibraltar, en Cádiz, y la Costa del Sol, en Málaga, como escenarios de sus actividades delictivas, aunque no son los únicos. Andalucía, por su clima, conexiones y sobre todo situación geográfica, siendo la frontera sur de la Europa continental, se ha convertido con el paso del tiempo en un laboratorio del crimen organizado en todas sus aristas.
Este crimen organizado acabó este viernes precisamente con la vida de dos guardias civiles en Barbate. El suceso se producía en el contexto de un operativo de vigilancia de seis narcolanchas que había refugiadas en dicho puerto de la localidad. Los agentes eran arrollados por una de estas embarcaciones.
El año 2024 se inició con la operación Ranger de la Guardia Civil, para desarticular el clan del Bubu, considerado el criminal más activo del sur de España. La organización, asentada en el Campo de Gibraltar, se dedicaba al tráfico internacional de drogas y al traslado de inmigrantes desde Marruecos. En la operación fueron detenidas 30 personas, entre ellas el Bubu; se intervinieron toneladas de droga y se interceptaron 166 inmigrantes en situación irregular.
En la comarca gaditana también operaba el clan de los Castaña, protagonista del mayor juicio por narcotráfico en España, de reciente resolución. Su líder, Antonio Tejón, el Castaña, se encuentra en libertad provisional bajo fianza a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía resuelva el recurso de apelación presentado por su defensa contra la condena de seis años y medio de prisión que le impuso la Sección Séptima de la Audiencia de Cádiz.
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Por otro lado, hace un par de semanas cayó en Marbella uno de los líderes de la Mocro Maffia, la organización criminal más peligrosa de Centroeuropa y que en España se dedicaba principalmente al blanqueo de dinero del resto de las mafias dedicadas al narcotráfico, aunque también favorecía la entrada de cocaína en nuestro país para su distribución por Europa. La Policía Nacional logró detener al que era el delincuente más buscado por Holanda tras cinco años de investigación.
Además, el puerto de Málaga se ha consolidado como una de las principales puertas de entrada de cocaína en Europa. Hace unos días caía una banda criminal que contaba con la colaboración de un funcionario de Aduanas para dar salida del puerto a la droga, que llegaba oculta en contenedores procedente de Sudamérica. La operación sirvió también para requisar 1.822 kilos de cocaína y detener a 13 personas, entre ellas el líder de la banda, el funcionario y un empresario del sector de la alimentación refrigerada.
Diversificación criminal
Los narcos han diversificado recientemente su negocio. Ahora aprovechan los portes de droga para transportar a inmigrantes a los que cobran un pastizal por subirse en las narcolanchas, embarcaciones semirrígidas de alta velocidad, prohibidas en 2018 por su uso criminal, y a quienes literalmente arrojan al mar antes de llegar a la orilla. Esta escena se repitió decenas de veces durante 2023 en las costas andaluzas. En San Fernando murieron cuatro inmigrantes ahogados a finales de noviembre.
En los últimos días, tres narcolanchas han desembarcado a más de un centenar de inmigrantes en la costa de Granada en dos operaciones distintas. El modus operandi siempre es el mismo: frenan a escasos metros de la orilla, desembarcan con rapidez y se vuelven mar adentro. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado recientemente la falta de medios de los agentes para enfrentarse a este tipo de situaciones tras otro episodio de narcolanchas con inmigrantes en Almería.
El negocio de la droga también tiene sus ramificaciones en la prostitución. Andalucía encabeza las cifras de la trata de blancas en España con un total de 1.228 casos en los últimos cuatro años. Las mafias engañan a las víctimas en su país de origen con falsas promesas para luego someterlas en su destino. El año 2023 acabó con la liberación de tres mujeres a las que mantenían retenidas contra su voluntad y agredían y explotaban sexualmente en un prostíbulo de Ronda.