Narcotráfico

Los narcos se hacen fuertes en el Guadalquivir en medio del luto por la tragedia de Barbate

Los clanes de la droga reactivan la ruta del Guadalquivir por la vigilancia de la Guardia Civil en el Campo de Gibraltar

Un helicóptero de la Guardia Civil persigue a una narcolancha por la desembocadura del río Guadalquivir. El suceso se producía mientras, este pasado lunes, prestaban declaración ante el juez los detenidos por el asesinato de los dos guardias civiles arrollados por otra narcolancha en Barbate y en medio del luto por dicha tragedia. Sin embargo, no representa ya novedad alguna en Sanlúcar de Barrameda, otro punto caliente del tráfico de drogas en la provincia de Cádiz.

Los alijos de droga en la desembocadura del Guadalquivir están a la orden del día. Las narcolanchas entran y salen del río cada vez con más frecuencia, a toda velocidad y a plena luz del día. De hecho, en las redes sociales proliferan imágenes de estos movimientos, grabadas por los vecinos, que denuncian esta situación, o por los propios narcos, orgullosos de su actividad.

Los clanes de la droga han reactivado la ruta del Guadalquivir para su actividad criminal debido a la estrecha vigilancia de la Guardia Civil en el Campo de Gibraltar. Desde Sanlúcar, por toda la zona conocida como Isla Mínima y hasta Coria del Río, ya en la provincia de Sevilla, los numerosos canales y las marismas del Guadalquivir sirven de escondite a los narcos, que además disponen de potentes lanchas para escapar de la Guardia Civil.

El Pleno del Ayuntamiento de Coria del Río, gobernado por el andalucista Modesto González, aprobó por unanimidad el pasado miércoles –antes del asesinato de los dos guardias civiles en Barbate– una moción de Andalucía por Sí que reclamaba la recuperación de una unidad policial específica para el control del río Guadalquivir, como era el Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico en Andalucía (OCON Sur), precisamente por el aumento de las narcolanchas.

Invasión de narcolanchas

En el mes de enero se produjo toda una invasión de narcolanchas por la desembocadura del Guadalquivir. Las persecuciones por parte de la Guardia Civil fueron constantes. Sin embargo, las narcolanchas escapaban de las patrulleras, de menor tamaño y potencia y que tampoco daban abasto por su clamorosa inferioridad numérica. Esta situación se extendió a otros puntos de la costa gaditana. En el puerto de Barbate se dejaron ver tres narcolanchas.

La Guardia Civil apenas cuenta con 13 patrulleras en toda la provincia de Cádiz, aunque está renovando su flota con otras ocho embarcaciones para hacer frente al narcotráfico y el crimen organizado en la zona de aplicación del Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar, que abarca seis provincias, desde Huelva hasta Almería e incluyendo Sevilla. De las ocho patrulleras nuevas, dos se han entregado en los últimos meses para reforzar la flota en Algeciras y Huelva, según informan a Europa Press fuentes gubernamentales.

Por otro lado, un narco moría hace hoy dos semanas por el choque de su lancha con una patrullera de la Guardia Civil en la desembocadura del Guadalquivir. Los agentes vieron que en la zona había una narcolancha detenida al pairo, aparentemente vacía. Cuando se acercaron a ella, sus ocupantes, que estaban tumbados, arrancaron la embarcación para emprender la huida, aunque lo hacían en dirección a la nave policial, colisionando con ella. Los agentes, en aquella ocasión, salieron ilesos.

Fuentes de la investigación del asesinato de los guardias civiles sospechan que detrás de todo lo sucedido en el puerto de Barbate está el ánimo de «venganza» de 'Kiko el Cabra', conductor de la narcolancha que pasó por encima de los agentes, que precisamente era amigo del narco fallecido en Sanlúcar de Barrameda, otro punto caliente del tráfico de drogas en Cádiz.