Caravana agrícola
Agricultores protestan en el puerto de Almería contra las importaciones «sin control» de terceros países
Apelan a los consumidores para que compren productos españoles ante la falta de garantías sanitarias de los extranjeros
Los vehículos de las caravanas convocadas por las principales organizaciones agrarias han bloqueado este martes la vía de entrada a la ciudad por el puerto de Almería, donde ha culminado la acción para reivindicar más control en la frontera a la entrada de productos hortofrutícolas procedentes de terceros países y denunciar la competencia desleal que sufre un sector en una situación cada vez más complicada y que lucha por la supervivencia.
Los productores, que han partido desde primera hora de la mañana desde las comarcas de Poniente y Levante de la provincia almeriense para acudir a la llamada de COAG, Asaja y UPA, han apelado también a los consumidores para que sean conscientes de «qué se compra, dónde se compra y en qué condiciones están llegando» frutas y hortalizas y para que apoyen sus reclamaciones.
Según los datos de Subdelegación, frente al acceso al puerto en el barrio de Pescadería se han concentrado unos 110 vehículos y unas 200 personas, que, si bien han cortado la vía de entrada, no ha bloqueado las salidas. Previamente, en el Polígono de La Redonda, en El Ejido, se han concentrado 48 turismos y medio centenar de camiones y, en el PITA, junto a El Alquián en la capital, unos 20 vehículos.
Junto al Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) del puerto, donde han confluido las dos ramas de la caravana de vehículos, el secretario provincial de COAG, Andrés Góngora, han indicado que el mercado «está tenemos inundado de productos que vienen de terceros países a costes de producción más baratos» y ha subrayado que, ante esta realidad, «la ley de la cadena alimentaria nunca va a funcionar, evidentemente».
«El eje central de estas movilizaciones reside en la falta de rentabilidad y la falta de estabilidad en los precios para un sector como el de las frutas y hortalizas que no cobra ayudas de la PAC y que sólo tiene el mercado como factor determinante de su renta y de su nuestro futuro, pero por el que no se está haciendo absolutamente nada», ha dicho.
En declaraciones a los medios, Góngora ha asegurado que las «importaciones de terceros países» están «descontroladas» y sin que «nadie las vigile», al tiempo que ha urgido que se implante «la preferencia comunitaria para que entre solo el producto necesario para la alimentación sin distorsionar los mercados» y se «recupere la soberanía alimentaria».
«Lo que queremos que el Gobierno de España de una vez por todas asuma es que tiene que oponerse a los acuerdos de libre comercio. No puede ser que España sea siempre la cabeza de lanza en Europa para aprobar acuerdos de comercio con terceros países que dejan a los pies de los caballos del sector agrario», ha trasladado.
El secretario provincial de COAG ha exigido también a la Junta de Andalucía que «cumpla con su obligación» de inspeccionar almacenes agrícolas «en los que, en muchas ocasiones, se recepcionan productos de terceros países», y a las empresas andaluzas que están en «manos de traidores que cambian las etiquetas» al tiempo que ha advertido de «nuevas movilizaciones» si continúan las «falsas palabras y las falsas promesas».
Por su parte, la responsable provincial de Asaja, Adoración Blanque, ha remarcado que la situación requiere de «medidas para la supervivencia del sector» y ha apuntado que la competencia desleal de terceros países y la falta de «defensa» de la UE de producciones europeas se arrastra «desde hace muchísimos años».
«Es casi eterna pero ahora se pone la situación cada vez más difícil con unos acuerdos comerciales que son perjudiciales y que tienen que ser modificados porque son muchísimos países que tienen vía libre para entrar de cualquier manera y sin ningún tipo de control», ha indicado.
Blanque ha afirmado que no es sólo una «cuestión de los agricultores», sino que, a tenor de las alertas sanitarias activadas, es una «cuestión alimentaria», en la que se está «poniendo en riesgo la salud de los consumidores europeos».
«Hay que ser muy conscientes de qué se compra, dónde se compra y en qué condiciones están llegando y por eso hacemos un llamamiento a los consumidores para que sean muy conscientes de lo que está pasando y nos apoyen», ha concluido.
841: producida y envasada en España
En la misma línea se ha pronunciado la presidenta provincial de UPA, Francisca Iglesias, quien ha subrayado que las movilizaciones llegan en un «momento clave» y considera que si no se logran «avances ahora, que hay un movimiento a nivel europeo, difícilmente» lo conseguirán en un futuro.
Además, se ha sumado al llamamiento a los consumidores y ha pedido que se consulten en los supermercados los códigos de barras. «Las producciones que empiezan por ocho no significan que sean de España; si son 843 significa que están envasadas en España y producidas, por ejemplo, en Marruecos, si son 841 significa producida en España y envasada en España», ha explicado.
Iglesias ha remarcado que, aunque frutas y hortalizas estén «al mismo precio», la calidad y el sistema de producción no son los mismos ni tienen las mismas garantías sanitarias que los productos españoles.
«Queremos un precio que sea por encima de los costes de producción y que permita tener rentabilidad en las explotaciones, que nosotros también necesitamos vivir y criar a nuestros hijos y mantener nuestra vida normal. Por tanto, espero que este llamamiento al consumidor llegue porque de él va a depender que esto funcione o no funcione», ha concluido.