El crecimiento incontrolado de las viviendas de uso turístico «amenaza» el futuro de Granada

La oferta de viviendas turísticas en Andalucía ha experimentado un fuerte repunte. Desde la patronal turística Exceltur aseguran que el crecimiento de este tipo de viviendas de forma descontrolada supone una gran amenaza.

Granada es una de las ciudades más afectadas por la proliferación de viviendas de uso turístico. En los tres primeros meses de este 2024, en la ciudad se han creado 1.933 nuevos alojamientos con fines turísticos. Este dato supone un crecimiento del 16,8 % con respecto al primer trimestre del año anterior. Con este aumento, el número total de viviendas autorizadas para estos fines es de 13.457.

La Junta de Andalucía ha decidido dejar en manos de los ayuntamientos la regulación de la proliferación de pisos turísticos en sus municipios. El Ayuntamiento de Granada no ha regulado aún este fenómeno, que está causando graves problemas en barrios tan conocidos como el Albaicín o el Realejo. La alcaldesa de la ciudad, Marifrán Carazo, ha anunciado, semanas atrás, una negociación con todo el sector, la elaboración de un mapa de situación y un estudio sobre la demanda.

«El espectacular crecimiento de este tipo de alojamientos en Granada forma parte de una concentración de la oferta de viviendas de uso turístico en un conjunto de ciudades que no han regulado el fenómeno y que no disponen de los instrumentos de inspección y control suficientes» ha señalado la patronal turística.

Muchos vecinos de toda la vida se han tenido que marchar de su barrio porque no encuentran vivienda o porque los precios son totalmente desorbitados. Se trata de un escenario nada alentador para aquellos jóvenes y adultos que quieren independizarse y vivir en el centro de la ciudad.

Turismofobia

Las primeras quejas contra los turistas pueden leerse en textos de los escritores románticos del siglo XIX o, ya más recientemente, en libros de intelectuales como el antropólogo Levi-Strauss, que detestaba hace décadas a «los viajes y a los viajeros». Sin embargo, en España es complicado hablar de «turismofobia» hasta el año 2014, en que Google recoge un espectacular aumento en el uso de esta palabra.

Atrás quedan los carteles y las campañas que se hacían en los años 90 sobre cómo tratar a los visitantes extranjeros.

Como vemos, en el año 2024 una gran parte de la población española ha experimentado en sus propias carnes los efectos negativos del turismo sobre el mercado de trabajo, el tejido urbano, el precio de la vivienda, la desigualdad social o el patrimonio cultural y natural. Sin embargo, este sector es clave para el desarrollo económico de Granada y de la comunidad andaluza y tiene que buscar alternativas.