Las personas, el planeta y la paz, los tres motores del Defensor del Pueblo Andaluz en estos 40 años

La institución del Defensor del Pueblo Andaluz está de aniversario. El pasado 1 de diciembre sopló las 40 velas. Ese mismo día, pero del año 1983, el Parlamento andaluz aprobaba la ley de constitución de la institución. Para conmemorar este hecho, se ha celebrado un evento social en Granada, en el auditorio de la Fundación Caja Granada, en el que han participado el Defensor del Pueblo andaluz, Jesús Maeztu, junto a un centenar de entidades ciudadanas y del tercer sector de todas las provincias de Andalucía.

El Defensor del Pueblo ha firmado con los colectivos sociales un manifiesto con siete compromisos para garantizar una mejor protección y promoción de los derechos humanos y libertades. Además ha asegurado que el objetivo que está por encima de todos es «no dejar a nadie atrás».

Esta iniciativa busca hacer frente a las diversas amenazas y riesgos que ponen en peligro los derechos de los ciudadanos. Maeztu ha reconocido el trabajo del tercer sector en su labor diaria y ha señalado que «nosotros somos porque vosotros sois, sin vosotros no somos nada. Estas entidades ponen ojos y voz a la ciudadanía y de ahí estos 40 años defendiendo los derechos juntos».

Además, Maeztu ha resumido que «las tres cuestiones que son los motores que mueven a esta institución hoy son la defensa de las personas, la defensa del planeta y la defensa de la paz».

Reconocimientos

Asímismo, en este acto social en Granada el Defensor del Pueblo ha reconocido a una serie de «personas ejemplares» por su compromiso con la defensa y protección de los derechos colectivos.

Entre los homenajeados destacan María Asunción García Bonillo, presidenta de la Asociación para la Intervención y Protección de Colectivos Dependientes Inter-Prode; Ignacio Gómez de Terreros, por su trabajo en la Fundación Gota de Leche y el Foro Profesional por la Infancia; José Ramón Molina Morón, presidente de Agrafem, la asociación granadina de familiares y personas con enfermedad mental; Adela Jiménez, presidenta de Málaga Acoge, por su trabajo en la no discriminación e igualdad de trato y contra el discurso del odio; y Natividad Bullejos, por su papel activo en el feminismo desde los años 70, al frente de la primera organización de mujeres de Granada, en Maracena.

Los reconocidos han recibido una estatuilla conmemorativa creada por el centro ocupacional Javier Peña de Almería.