La economía andaluza saca músculo tras pasar lo peor de la sequía

La economía andaluza saca músculo tras pasar lo peor de la sequía más larga en décadas. El PIB de Andalucía ha experimentado una aceleración en su crecimiento más intensa que la observada en el conjunto de España y el entorno europeo. La clave reside en la recuperación del campo y de la industria agroalimentaria, muy castigados por la sequía en 2023.

El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) revela que el PIB andaluz ha crecido en el primer trimestre de 2024 un 0,9 %, una décima más que en el trimestre anterior y dos décimas por encima del crecimiento de la economía española, que ha subido un 0,7 %, según lo avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 30 de abril.

Además, comparado con el entorno europeo, el crecimiento del PIB de Andalucía en el primer trimestre ha sido el triple que el de la zona euro y la UE, que según la estimación preliminar publicada por Eurostat ha sido del 0,3 % en ambos casos.

En concreto, el valor añadido bruto (VAB) generado por la agricultura, ganadería y pesca ha crecido en Andalucía en términos reales un 6,5 % respecto al cuarto trimestre de 2023, un crecimiento de más del doble que el crecimiento nacional (2,5 %). También se ha registrado un crecimiento en la industria del 3,9 %, que igualmente es más del doble que en el conjunto del sector en España (1,6 %).

Crecimiento interanual

En términos interanuales, el ritmo de crecimiento del PIB de la economía andaluza se ha acelerado medio punto, pasando del 1,8 % en el cuarto trimestre del pasado año al 2,3 % en el primer trimestre de 2024. Esta aceleración ha sido más intensa que la registrada en España y la economía europea, donde en ambos casos el ritmo de crecimiento se ha acelerado en tres décimas.

De esta forma, el ritmo de crecimiento interanual de la economía andaluza, del 2,3 %, ha sido similar al observado en España (2,4 %), y se ha situado casi dos puntos por encima del registrado en la zona euro (0,4 %) y la UE (0,5 %), lo que favorece un avance en convergencia con el entorno europeo.

Por componentes de la oferta, el crecimiento ha sido generalizado, destacando la recuperación de tasas positivas en el primario y la industria. Las ramas de la agricultura, ganadería y pesca han registrado un crecimiento en su actividad del 9,7 % interanual, lo que supone una repercusión positiva de cinco décimas sobre el PIB. Las ramas industriales registraron un crecimiento en su tasa interanual del 0,6 %, especialmente la industria manufacturera, que registró una tasa positiva de 1,8 %.

Por su parte, el sector de la construcción creció un 3,8 %, aportando dos décimas al crecimiento del PIB, y por último, el sector servicios, que en su conjunto presentó una tasa de crecimiento del 2,1 %, siendo su aportación al crecimiento del PIB de 1,4 puntos.