Dos inmigrantes subsaharianos pasean frente al establecimiento hotelero Ejido HotelEFE

Inmigración

La rebelión en el Poniente almeriense contra los centros de acogida impuestos por el Gobierno da sus frutos

  • Los alcaldes de Adra y El Ejido aducen que sus municipios ya sufren una alta presión migratoria, lo que ha llevado a pensárselo mejor a la Secretaría de Estado de Migraciones

El Ejido y Adra son los dos municipios que han encabezado la rebelión contra la decisión del Gobierno de España de acoger centros de acogida temporal para inmigrantes que alcanzaron en un primer momento la costa de las Islas Canarias.

La comarca del Poniente almeriense es la comarca de la provincia con mayor superficie para invernaderos, rozando las 22.300 hectáreas, en cuyas explotaciones, donde se producen frutas y hortalizas (pepino, sandía, berenjena, melocotón, pimientos, tomates…) trabaja mano de obra principalmente de origen magrebí o subsahariano.

Dos inmigrantes subsaharianos pasean frente a establecimiento hotelero Ejido Hotel EFE/ Carlos BarbaEFE

La provincia de Almería cuenta con algunas de las condiciones más secas de España, pero con acceso a aguas subterráneas, lo que, con el añadido de la abundancia de sol, la convierte en el gran centro de la agricultura de invernadero que es. Sin embargo, no es menos cierto la fuerte presión migratoria que estas localidades ya sufren, pese a lo necesaria que es la mano de obra inmigrante. La alta frecuencia de pateras y narcolanchas así lo demuestran.

Mano de obra inmigrante

Todo ello contribuye a que la región sea conocida como el ‘mar de plástico’, ya que los invernaderos son una obra humana visible incluso desde el espacio. La agricultura es un pilar de empleo y de creación de riqueza, a pesar de la reciente subida de los costes de producción (semillas, abono, venenos).

No es fácil el trabajo en los invernaderos. Se madruga mucho, y se trabaja en condiciones desfavorables debido al clima. La mano de obra subsahariana ha sabido adaptarse a la perfección a estos condicionantes.

Pero en este contexto, el Gobierno de la nación, a través de la Secretaría de Estado de Migraciones, está cargando la zona de nuevos centros para inmigrantes nuevos, que proceden de Canarias.

Una política migratoria calificada como «errática» por algunos alcaldes de la zona, que no han dudado en criticar «la deslealtad» del Ejecutivo. Lo expresó recientemente Manuel Cortés (PP), regidor de Adra:

«La implantación de estos centros son contrarios al modelo de acogida e integración que se aplica en el Poniente almeriense; lo que está provocando el Gobierno es un enorme desequilibrio en materia migratoria».

En El Ejido comenzó todo

El pasado 3 de mayo la Secretaría de Estado de Migraciones alojó en un hotel de El Ejido a 114 personas solicitantes de protección internacional pendientes de formalizar sus trámites y que ya se encontraban en el Hotel Cabo de Gata, en el barrio almeriense de El Toyo, con capacidad para 274 personas.

Según EFE, este es el único recurso de este tipo abierto en Almería en la actualidad. Sin embargo, el alcalde, Francisco Góngora (PP), mostró su «rechazo frontal» a este traslado. «Tenemos más de 90.000 habitantes, con un 32 % de población extranjera, más de 29.100 personas extranjeras, con una estimación de más de 4.000 inmigrantes en situación irregular con carácter permanente en nuestro municipio», dijo.

El subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, acusó a Góngora de hacer campaña electoral por su rechazo al traslado de inmigrantes procedentes de Canarias a este municipio, al ser uno de los candidatos del PP al Parlamento Europeo.

Martín subrayó que estas personas no pueden ser expulsadas del territorio nacional en tanto no se resuelva su solicitud de protección internacional, por lo que se consideró necesario estos alojamientos temporales gestionados por Cruz Roja, Almería Acoge, Accem o la Comisión Española de Atención al Refugiado.

Marcha atrás

Tras el estallido del conflicto, el alcalde de Adra Manuel Cortés (PP), informó posteriormente de que el Gobierno de España había paralizado la puesta en marcha de un Centro de Acogida para personas Migrantes en un antiguo hostal de su municipio.

Una decisión que parecía que había surgido tras sus quejas y su denuncia pública. Cortés había subrayado que en este asunto «tenemos que ser totalmente transparentes con los abderitanos y abderitanas» y que, «al igual que informé de la confirmación de la noticia por parte del Gobierno, hoy quiero trasladar a la ciudadanía que el subdelegado del Gobierno se ha puesto en contacto conmigo para comunicarme que, en este momento, se ha paralizado la decisión».

El alcalde insistió en que, «al igual que desde el Gobierno no recibimos razones tras la decisión de abrir este centro en nuestro municipio, ahora tampoco se nos han dado explicaciones sobre las razones que han llevado a frenar este asunto en las últimas 24 horas».