La Iglesia de la Encarnación de Montefrío es una magnífica muestra del Neoclásico Granadino.Ayuntamiento de Montefrío

Granada

El pueblo de Granada que National Geographic compara con Roma por su pequeño Panteón

El arquitecto gallego Domingo Lois de Monteagudo decidió copiar las trazas del monumento romano en la iglesia de este municipio granadino

la provincia de Granada está llena de pueblos que se encuentran al abrigo de Sierra Nevada o mirando al mar Mediterráneo, repletos de encanto y sabor. Esta semana, la revista National Geographic ha vuelto a fijarse en la serranía granadina y, concretamente, en un templo declarado Bien de Interés Cultural.

En esta ocasión, la publicación ha hablado sobre la semejanza que existe entre la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, del municipio de Montefrío, y el Panteón de Roma. Esta iglesia fue construida en el siglo XVIII por el arquitecto gallego Domingo Lois de Monteagudo, discípulo del madrileño Ventura Rodríguez, quien estudió en Roma y quedó prendado del Panteón. Por eso, en su vuelta a España decidió copiar sus trazas y plasmarlas en esta iglesia granadina.

Al templo de la Encarnación de Montefrío se le conoce como «La Redonda», por su planta circular cubierta por una inmensa cúpula de 30 metros de diámetro, que tomó de inspiración el monumento romano. Sus líneas y dimensiones, algo desproporcionadas para el pueblo, muestran un singular monumento importado de otros lugares y emplazado en plena sierra granadina. Esta iglesia carece de decoración, fruto de las críticas a las prácticas religiosas que imperaban entre los ilustrados de la época neoclásica en la que se fundó.

La iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, declarada Bien de Interés Cultural, es única en España y sorprende por su perfección geométrica y la limpieza de sus volúmenes, que sobresalen entre los tejados de las casas con su forma de círculo perfecto.

Un hito de la Ilustración española

Esta iglesia surgió cuando la única parroquia que había en el pueblo, la iglesia de la Villa, empezó a sufrir desperfectos por las filtraciones de lluvia y los destrozos ocasionados por un terremoto y la caída de un rayo en 1766. Todo ello, unido al cansancio de los montefrieños de tener que subir la loma de la montaña, cada vez que querían ir a misa, llevó a plantearse la necesidad de construir un nuevo templo en el corazón de la villa.

Este insólito edificio de piedra de sillería, considerado una obra ejemplar de la Ilustración española, se llevó a cabo en tan solo 16 años. Aunque los planos de esta iglesia los hizo el arquitecto Domingo Lois, al mando de esta obra estuvieran el arquitecto Francisco Aguado y el aparejador Francisco Quintillán, porque Domingo falleció un año antes del inicio de la obra.

Este templo con cerramiento en cúpula de una sola piedra, cuyo único precedente se halla en el Panteón de Roma, guarda y venera la imagen de la Virgen de los Remedios que, como curiosidad, sostiene al Niño en su brazo derecho y no con el izquierdo, como es más habitual. También protege las imágenes de Santa Bárbara, San José y el Niño o la Virgen de la Leche.