El llamado 'oro verde' se está extendiendo por la comunidad andaluzaAppistaco

Agricultura

Del olivar centenario al pistacho iraní: el ‘oro verde’ muta el paisaje tradicional de Andalucía

La explosión de este fruto seco no es ajena en la región, donde algunos agricultores prefieren arrancar olivares centenarios buscando la rentabilidad que promete esta variedad iraní

Tras la explosión del almendro, otro fruto seco, el pistacho, lleva años irrumpiendo con fuerza en la agricultura andaluza.

Fueron las provincias con los climas más fríos, como Jaén, Granada e incluso las zonas altas de Málaga y Almería, las primeras en iniciarse en este tipo de cultivo, al que se han acabado sumando agricultores de Córdoba y Sevilla.

El incremento de este cultivo ha ido más, hasta el punto de que se ha disparado un 3000 % en los últimos diez años, con la mejora de las técnicas y la profesionalización de la gestión en paralelo.

En España, su expansión se ha centrado en tierras yermas o de baja rentabilidad, muchas de ellas situadas en Castilla-La Mancha y en Andalucía. Y la previsión es que vaya en aumento, debido a una alta demanda global por el cambio de los patrones alimenticios y la hasta entonces escasez de oferta.

El pistachero tiene a su favor ser un árbol preparado para el cultivo en secano en ambientes semiáridos, que es resistente a la salinidad y a las enfermedades y que se adaptará a los envites del cambio climático.

Olivos centenarios por pistacho iraní

Ello está transformando, no tan lentamente, el tradicional paisaje andaluz que asociamos a los mares de viejos olivos, que según sus propietarios «han dejado de ser rentables y más en esta época de sequía prolongada, llevábamos tres años perdiéndoles dinero», lamentaba recientemente un agricultor en Canal Sur.

La variante de este ‘oro verde’ que se está poniendo de moda en Andalucía suele ser la kerman de origen iraní y que va desplazando a la aceituna a cambio del pistacho.

En Jaén, sin ir más lejos, allí donde el olivo reina, se ha duplicado la producción de pistacho en solo dos años. El 98 % de este fruto seco que se procesa en la provincia acaba exportándose al mercado italiano.

Nuevas variedades

Según Appistaco, el coste para comenzar el cultivo de este fruto seco es de unos 6.000 euros por hectárea para los primeros cinco años, hasta que empieza a producir. En cuanto a la recuperación de esta inversión, se asegura que para el décimo año se ha ingresado ya «el 200%».

​Aunque a pesar de su buena rentabilidad, habrá algún romántico que lamente que el olivo tradicional andaluz esté siendo arrancado para dar paso a un árbol foráneo, puesto que la gran mayoría de la variedad es de origen iraní, no todo está perdido.

El objetivo principal de las investigaciones es obtener nuevas variedades de pistachero que mejoren las ya existentes y se adapten mejor al cultivo en las diferentes partes de España.

​Por ello, se han dado noticias como que la multinacional californiana Acemi, principal productor de pistacho americano del mundo, colaboraría con la Universidad de Córdoba en de «Programa de Mejora Genética en Pistachero» y que durará doce años. La iniciativa contará con una primera fase de cruzamientos; y otra que probará y evaluará las nuevas variedades en plantaciones experimentales, según detallan los investigadores de la universidad cordobesa.