Elecciones Europeas
El duro correctivo de las localidades almerienses al PSOE por la política migratoria del Gobierno
La imposición de varios centros de acogida en algunos municipios de la zona, que ya sufren una alta presión migratoria, provoca una reacción en las urnas
Las localidades del Poniente Almeriense que se rebelaron contra las imposiciones del Gobierno de acoger centros de inmigrantes infligieron un duro castigo al PSOE en las urnas.
En El Ejido (83.500 habitantes), el PP ganó con autoridad aglutinando el 44,83 % de los votos, pero es que además Vox se colocó como segunda fuerza, con el 21,81 % de los sufragios emitidos. Los socialistas se conformaron con ser terceros con el 18,76 % de las papeletas. La Agrupación de Electores encabezada por Alvise Pérez, con un claro discurso antiinmigración, sedujo al 7,71 % de los ejidenses que le dieron su confianza.
Fue la clara representación de que si bien en estos municipios sus alcaldes ya habían visibilizado su rechazo a los centros de acogida para inmigrantes procedentes de Canarias, su población respaldó con su voto esta decisión.
En Adra (25.000 habitantes), otra de las localidades que sufre una alta presión migratoria y cuya negativa a las decisiones de la Secretaría de Estado de Migraciones paralizó, al menos momentáneamente, la puesta en marcha de un centro de acogida para migrantes en un antiguo hostal del municipio, más de lo mismo.
El PP se llevó 3.723 votos y le sacó más del doble al PSOE, que obtuvo 1.671 papeletas con Vox muy cerca (1.387).
En Roquetas de Mar (100.000 habitantes), los populares barrieron también a los socialistas (11.285 por 5.665), que a duras penas conservaron el segundo puesto ya que Vox cosechó 4.165 apoyos y la plataforma de Alvise irrumpió con 2.594 sufragios.
Alta presión migratoria
La del Poniente almeriense es la comarca de la provincia con mayor superficie para invernaderos, rozando las 22.300 hectáreas, en cuyas explotaciones, donde se producen frutas y hortalizas (pepino, sandía, berenjena, melocotón, pimientos, tomates…) trabaja mano de obra principalmente de origen magrebí o subsahariano.
Sin embargo, no es menos cierto la fuerte presión migratoria que estas localidades ya sufren, pese a lo necesaria que es esa mano de obra inmigrante. La alta frecuencia de pateras y narcolanchas en sus costas así lo demuestran.
El Gobierno central, a través de la Secretaría de Estado de Migraciones, decidió cargar la zona de nuevos centros para inmigrantes nuevos, que proceden de Canarias.
Una política migratoria calificada como «errática» por algunos alcaldes de la comarca, que no han dudado en criticar «la deslealtad» del Ejecutivo.