santa catalinaAngel Sanz Andres

Jaén

Lo que esconde la habitación 401 del Parador de Jaén

Durante la Edad Media en este castillo convivieron tres edificaciones, dos alcázares y un reducto amurallado

Los edificios muy antiguos siempre tienen alguna historia que contar. Luego de tantos años se acumulan muchas anécdotas y además muy diversas. Este es el caso del Castillo de Santa Catalina de Jaén.

Cuando pensamos en un castillo lo primero que nos viene a la cabeza son las princesas y cuentos de hadas. Sin embargo, este no es el caso del Castillo de Santa Catalina, que se encuentra en el cerro homónimo.

A lo largo de la historia los usos de Santa Catalina han variado mucho y hoy en día es un parador. Si lo visitas, puedes apreciar desde las alturas casi todo el territorio de la provincia, además de otras partes de la edificación como las dos torres centrales y la muralla.

Las primeras personas que habitaron el Cerro de Santa Catalina fueron los íberos alrededor de siglo IV. Estos fueron los encargados de construir la falda del castillo. La primera construcción completa se hizo entre los siglos VIII-IX, cuando los musulmanes levantaron una alcazaba. Tras la conquista cristiana, Fernando III inició la edificación de una nueva fortaleza sobre la parte más alta del antiguo alcázar musulmán.

Sin embargo, los mayores cambios al castillo se hicieron entre los años 1810 y 1912 durante la Guerra de Independencia.

Tras la retirada francesa, la fortaleza quedó abandonada y a mediados del siglo pasado, el arquitecto José Luis Picardo, en 1965, diseñó la construcción que hoy en día conocemos. Así, se comenzaron las obras del actual Parador de turismo.

Dentro de una de las habitaciones del actual Parador se esconde, según muchos de los visitantes, un secreto. Se trata de la habitación 401, en la que muchos afirman que ocurren fenómenos paranormales. Algunos de los clientes aseguran haber sentido la presencia de alguien invisible, que se escucha un llanto y que ocurren anomalías eléctricas, bajadas de temperatura y puertas que se abren y se cierran solas.

Asimismo, otras personas han afirmado que ocurren eventos inexplicables. Por ejemplo, un obrero que se encontraba allí por obras dice haber visto a una mujer magrebí en lo que hoy sería la cafetería. También, diversos clientes se han quejado con la dirección del hotel que durante toda la noche se escuchan llantos, gritos y muebles moviéndose en la habitación de arriba. Sin embargo, estos se quedan asombrados al conocer que no existe tal habitación.

Otras cosas que algunos clientes dicen que han oído o visto es a una mujer corriendo por los pasillos

La leyenda dice que este fantasma es una mujer que era conocida en vida como Jasmina y que fue asesinada en una de las torres del Parador.