Las tumbas de los difuntos situadas en un cementerio de AndalucíaEl Debate

Jaén

Los vecinos de un pueblo de Jaén se ven obligados a enterrar a sus propios muertos al quedarse sin enterrador

El alcalde ha adjudicado una plaza en el Cementerio Municipal para un trabajador que «se ocupará de abrir, cerrar y mantener limpias las instalaciones. Enterramientos cero»

el municipio jienense de Torreblascopedro y la pedanía de Campillo del Río se han quedado sin la figura del enterrador. Su alcalde, Juan María Ruiz, ha explicado en el último pleno municipal que, a partir de ahora, «si tu familiar se muere, puedes avisar a quien te dé la gana para que lo entierre. Como si lo quiere enterrar el propio familiar».

Estas son las declaraciones que ha realizado el primer edil de esta localidad, tras la adjudicación de una plaza en el Cementerio Municipal para un trabajador que «se ocupará de abrir, cerrar y mantener limpias las instalaciones. Enterramientos cero», ha llegado a decir el alcalde durante la sesión plenaria. «¿Quién puede enterrar? La persona o el familiar que le avise a quien le dé la gana. Como si se muere un familiar de ellos y me avisan a mí para que vaya a enterrar», ha explicado Ruíz.

Las palabras de este alcalde han suscitado una gran polémica entre los habitantes de este municipio y el resto de corporaciones municipales. El portavoz socialista de Torreblascopedro, Antonio Palacios, ve «increíble» que el Ayuntamiento haya dejado en manos de las familias el entierro de sus muertos después de que el municipio se haya quedado sin enterrador. Palacios considera estos hechos «escandalosos» y ha explicado que «este municipio ha contado siempre con un operario encargado de los enterramientos, por lo que no es normal que ahora que se saca una plaza específica para el cementerio, los vecinos no tengan a nadie que entierre a sus difuntos».

El portavoz socialista ha señalado que desde el grupo municipal van a seguir exigiendo que los vecinos y vecinas cuenten con este servicio que consideran «básico» porque ve « incomprensible que en un momento de dolor como es la pérdida de un ser querido, el alcalde mande a los familiares a buscar un albañil que les pueda hacer el trabajo o directamente hacerlo ellos mismos, como si todo el mundo estuviera capacitado para realizar esa tarea».