Un tejo jienense de 2.000 años de antigüedad, el árbol más longevo de España
Uno de los secretos de su supervivencia reside en su ubicación, a orillas del nacimiento del río Guadalquivir
Nació durante la época en que España era Hispania y ha sido testigo del paso de civilizaciones tan distintas como los visigodos y los árabes, antes de ser territorio reconquistado por los cristianos. Ha sobrevivido a guerras, revueltas, invasiones y sequías y, si pudiera hablar, seguro sería incapaz de enumerar la cantidad de hombres que ha visto pasar bajo sus ramas a lo largo de los siglos, o los miles de animales a los que ha servido de refugio. Es una pieza de Historia viva y muda que se esconde en Jaén, en el Parque Natural más grande de España.
Este tejo, que ha superado los 2.000 años de edad en plena forma, es considerado el árbol más antiguo de España y uno de los más viejos de Europa. Se encuentra en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, un enclave de más de 200.000 hectáreas considerado Reserva de la Biosfera, que alberga más de 200 especies animales y 2.300 vegetales.
En su enorme extensión, que abarca 23 municipios, se encuentra un enclave muy especial, el Sendero de los Tejos Milenarios que, como su propio nombre indica, es el hogar de los árboles más longevos, no sólo del propio Parque, sino de todo el continente europeo. Este impresionante recorrido goza de unas características muy específicas que lo hacen diferente y único respecto al resto del entorno. Y es que, debido a su ubicación a orillas del nacimiento del Guadalquivir, las condiciones climáticas y de humedad son perfectas para la supervivencia de estos tejos, junto a otras especies vegetales, como chopos, fresnos y sauces, árboles curiosos de ver en Andalucía puesto que prefieren ambientes menos calurosos.
La visita para conocer el tejo milenario es perfecta para toda la familia puesto que es un sendero circular de fácil recorrido y de algo más de cinco kilómetros de extensión. El inicio de la ruta se encuentra en la Cañada de las Fuentes, junto al nacimiento del río Guadalquivir y en las inmediaciones de Quesada.
El comienzo del sendero atraviesa un pinar que se va haciendo cada vez más denso según se avanza el camino, con ejemplares de hasta ocho metros de altura. En sus alrededores viven, y se dejan ver ante los visitantes, ejemplares de cabras monteses y ciervos.
Es en la última parte del sendero, cuando el pinar se vuelve aún más denso y el camino se transforma en una estrecha senda, donde comienzan a aparecer los esperados tejos milenarios, algunos de hasta 20 metros de altura. El más antiguo de todos, la joya del Parque, es absolutamente inconfundible y destaca entre sus hermanos por su enorme tronco, de siete metros de diámetro, que duplica en tamaño, frondosidad y belleza a todos los que lo rodean.