Inmediaciones de donde se han producido los tiroteos, en la barriada linarense de Los ArrayanesGoogle Maps

Jaén

Una historia digna de Romeo y Julieta: un romance clandestino acaba en una guerra entre dos clanes de Linares

Bolines y Cartagineses emulan a Capuletos y Montescos y se enfrentan por el amor prohibido entre miembros de ambas familias

Romeo y Julieta, protagonistas de la famosa obra de William Shakespeare, parecen haber cobrado vida en Linares. Un romance clandestino ha desatado la guerra entre dos clanes del camino del Madroñal en la barriada de Los Arrayanes, que ha sufrido recientemente tres tiroteos que han obligado a la Policía Nacional a establecer un dispositivo especial de seguridad en la zona para evitar más altercados.

Este amor prohibido ha enfrentado, como si de Capuletos y Montescos se tratara, a los Bolines y a los Cartagineses, dos familias muy conocidas en la zona, y no precisamente para bien. Al parecer, un chico de los primeros habría mantenido algún tipo de relación sentimental con una joven de los segundos, que se tomaron esto como una ofensa personal. En consecuencia, los patriarcas de ambos clanes se declararon la guerra.

El primer tiroteo se produjo en la madrugada del miércoles 18 al jueves 19 de septiembre. Los vecinos ya alertaron entonces a la Policía de disparos, pero ese día la tensión iría a más. Por la tarde, a eso de las 19:00 horas, hubo una pelea con más de 40 implicados y en la que también se usaron armas de fuego.

Esta segunda refriega trajo consigo la detención de una persona por tenencia ilícita de armas. Se trata de un varón que portaba un rifle de calibre 22 y que, según ha informado Jaén Hoy, sería uno de los hermanos del patriarca del clan de los Bolines. Este hombre habría sido desterrado de la ciudad por las dos familias para evitar una escalada de la tensión.

Aun así, hubo un tercer tiroteo, que tuvo lugar el viernes siguiente, día 20 de septiembre, a escasos metros del camino del Madroñal, en la plaza José Zorrilla. Los disparos habrían procedido de un coche en marcha. Por suerte, y en cualquier caso, no alcanzaron a nadie, pero los agentes que acudieron, de nuevo, a la llamada de los vecinos encontraron varios agujeros de bala en la fachada de una vivienda y acordonaron el lugar para recoger muestras.

Investigaciones en curso

Días después de estos episodios, las investigaciones policiales siguen su curso, al tiempo que el dispositivo de seguridad se mantiene activo. La Policía Nacional ha efectuado varios registros en domicilios de ambos clanes y ha encontrado pistolas, escopetas y rifles. Además, está buscando a varios de los implicados en esta serie de tiroteos. Uno de ellos debe cumplir un tercer grado penitenciario.

Los vecinos de Los Arrayanes viven ahora en una calma tensa, ya que creen que es cuestión de tiempo que los tiroteos que se produjeron hace escasos días se repitan. Bolines y Cartagineses se han jurado odio eterno por un amor prohibido y solo puede quedar uno.