Pelea a puñetazo limpio en un partido de fútbol en Granada que obligó a intervenir a la Guardia Civil

el fútbol ha vuelto a mostrar su peor cara en las gradas. Esta vez los hechos han ocurrido en el Estadio Municipal Antonio Bailón de Peligros, en Granada, durante un partido de fútbol de categoría juvenil entre el Vandalia y el Motril. Según ha contado la Real Federación Andaluza de Fútbol, varios aficionados de ambos equipos comenzaron una multitudinaria pelea a la que cada vez se sumó mas gente, cuando sólo faltaban seis minutos para que finalizara el encuentro correspondiente a la cuarta jornada de la Segunda División Andaluza.

El partido contaba con el resultado de empate a uno, cuando se inició el enfrentamiento. El origen de esta disputa fue la tarjeta roja que el árbitro mostró a un jugador local, por supuestamente «golpear a un contrario con la mano en la cara estando el balón en juego». Esta situación desencadenó la posterior batalla campal entre aficionados y familiares de ambos conjuntos en la grada. Además, el jugador número 18 del Vandalia y el número 23 del Motril CF subieron a las gradas y comenzaron también a golpearse con varias personas de las aficiones contrarias.

El suceso fue captado por los aficionados de la grada contraria, quienes compartieron un vídeo a través de la plataforma X, donde incluso se aprecia que una persona es golpeada a patadas en el suelo y otra cae por una escalera, mientras otros asistentes intentan calmar los ánimos.

El partido quedó suspendido en el minuto 84 del encuentro. y posteriormente llegaron hasta el estadio varios efectivos de la Guardia Civil y emergencias sanitarias. Según han confirmado fuentes cercanas a los hechos, varias personas fueron gravemente agredidas. El Motril ha remitido a la Real Federación Andaluza de Fútbol los «documentos audiovisuales de lo ocurrido y partes de lesiones de las personas agredidas».

Condenan profundamente los hechos

El equipo Vandalia de Peligros ha lamentado «profundamente», a través de sus redes sociales, lo acontecido en las gradas, explicando que «se trata de un hecho aislado y totalmente contrario a los principios de respeto, deportividad y convivencia que promueve la identidad».

El conjunto motrileño también ha mostrado su «condena enérgica y absoluta ante cualquier signo de violencia, verbal o física, en un terreno de juego o recinto deportivo», destacando que «el respeto a los rivales, a los compañeros, a la afición y al colectivo arbitral, debe ser una máxima siempre, sin excepción».