Este es el fenómeno kárstico con saltos de agua sobre cuya leyenda escribió Washington Irving

La provincia de Granada cuenta con ocho espacios naturales, de diferentes tipologías, que cuentan con la categoría de Monumento Natural de Andalucía. Entre ellos se encuentran la Peña de Castril, los Peñones de San Cristóbal, la Cueva de las Ventanas, Los Tajos de Alhama, la Falla de Nigüelas, el Nacimiento de Riofrío o las Cárcavas de Marchal. A tan solo 55 kilómetros de la capital, se encuentran los conocidos como Infiernos de Loja, una reserva de carácter geológico, que fue declarada Monumento Natural de Andalucía el 9 de septiembre de 2003.

El enclave de cascadas y edificios travertínicos de los Infiernos de Loja tiene como protagonista el agua, que ha ido modelando este entorno del Poniente Granadino y lo ha transformado en un paraíso de gran valor natural. Este tramo fluvial del río Genil alberga una rica flora y fauna de ribera, que favorece la presencia de ranas, cangrejos, galápagos leprosos o trucha común. Además de sus elementos de interés geológico, destacan otros de interés cultural como los yacimientos prehistóricos de La Esperanza y El Manzanil.

El arrastre del río Genil ha originado dos niveles de terrazas, en las que el agua fluye mediante espectaculares saltos de agua formando cascadas, como la conocida como «Cola del Caballo», que supera los ocho metros de desnivel. Por tanto, este enclave es un infierno de lo más agradable en el que perderse hasta el fin de los días.

Uno de los escritores románticos insignes que quedó fascinado por la maravilla de los Infiernos de Loja, fue Washington Irving, que en sus ´Cuentos de la Alhambra´ los describió así: «Antros oscuros de Loja, cavernas tenebrosas con ríos subterráneos y cataratas que infunden pavor por su ruido misterioso. Aseguran las gentes que en esas profundidades están, desde el tiempo de los moros, encerrados cientos de hombres, almas en pena ya, fabricantes de dinero para aumentar los tesoros que en ese mundo guardan los reyes de la morisma.»

Una excursión sencilla para las familias

La ruta de los Infiernos de Loja es una de las excursiones más impresionantes y atractivas para las familias, ya que puede ser recorrida por niños muy pequeños e incluso con un carrito de bebé. El recorrido es de unos 4,5 kilómetros aproximadamente y la duración es de una hora y cuarto.

El sendero arranca en el Pabellón Municipal de Deportes «Miguel Ángel Peña» de Loja. Todo el camino transcurre siguiendo el curso del río Genil a su paso por la zona, lo que permite disfrutar de un ejemplo perfecto de vegetación de ribera. Además, a lo largo de la ruta habrá que atravesar algún que otro obstáculo, lo que le aporta una divertida épica a la aventura. Al final del camino, habrá un cartel informativo sobre el Monumento Natural, que se encuentra al lado de un puente colgante, que actualmente está cerrado al público.