Barrio de Los Pajaritos, Sevilla

El Puche, Los Pajaritos o Distrito Sur: estos son los barrios más conflictivos de toda Andalucía

Son zonas con altas tasas de criminalidad e inseguridad ciudadana, y que responden a múltiples factores como fenómenos complejos que son.

El Ministerio de Interior reconoce que, durante 2023, la tasa de criminalidad aumentó en España un 5,6 % más respecto al año anterior. Esta alza no solo afecta a zonas más degradadas de grandes urbes como Madrid y Barcelona, sino que impactan sobre otras áreas.

Percepción de seguridad en base a encuestas poblacionales, factores socioeconómicos, tasa de criminalidad y diferentes tipos de delitos según su gravedad son los criterios que se utilizan para calificar un área como peligrosa.

Los barrios más conflictivos de Andalucía son los siguientes:

Los Pajaritos y las Tres Mil Viviendas

Se trata de dos barrios sevillanos que conforman dos de las zonas más conflictivas no solo de España, sino de Europa.

La realidad de ambos lugares oscila entre los que luchan por salir adelante en medio de un caos y desorganización generalizados y las mafias que trafican con droga.

Se estima que unas 100.000 personas que residen en la capital hispalense lo hacen en riesgo de exclusión social y la gran mayoría de ellas habita uno de estos dos barrios, muy golpeados por el paro y la escasa preparación profesional de la población activa. Además, el analfabetismo y el fracaso escolar son elevados, lo que lleva a muchos de sus habitantes a intentar sobrevivir con la venta ambulante o el menudeo de drogas.

En Los Pajaritos, –al este de Sevilla, en el distrito Cerro Amate– la chatarrería es uno de los medios para ganar algunos euros. Está considerado por ser el mayor mercado de droga de Sevilla, lo que deteriora el ambiente social y especialmente entre los jóvenes.

Históricamente fue un barrio de obreros y clase trabajadora, tras su desarrollo en la década de los 50 y 60 del siglo XX como parte del crecimiento de la ciudad, pero las diversas crisis económicas y sociales han abonado un terreno fértil para el narcotráfico y la marginalidad.

Sus habitantes, la mayoría honestos y trabajadores, ofrecen un fuerte sentido de comunidad y un espíritu de asociación en su lucha por apartar el estigma al que colaboran tanto los delincuentes como algunos titulares de los medios de comunicación.

En el caso de las Tres Mil Viviendas, se trata de una zona enclavada en otro barrio mucho mayor, el Polígono Sur, que también sufre alguna de estas desigualdades. Pero sin duda el que más fama acarrea son las Tres Mil y en concreto, una zona llamada popularmente 'Las Vegas'. Las administraciones locales invierten aquí grandes partidas presupuestarias que sin embargo, no ofrecen resultados aparentes.

El tráfico de droga suele ser una constante y afloran pisos que albergan plantaciones de marihuana que ponen en peligro el suministro eléctrico al resto de vecinos, al engancharse a la red ilegalmente. Suelen ser viviendas que no están a ningún nombre particular, bien porque sus antiguos propietarios abandonaron hace años el inmueble, o porque sus dueños son testaferros de los verdaderos delincuentes, que los utilizan como criaderos de drogas.

Como a estos clanes, que pretenden mandar en el barrio, no les interesa que la realidad se conozca, cualquier cara nueva en la zona es vista con recelo ya que puede tratarse de un policía o un periodista. La Iglesia, a través de Cáritas o las Hermandades y Cofradías, trabaja para mejorar la realidad de todo el Polígono Sur.

El Puche

A solo diez minutos del centro de Almería, el barrio de El Puche se ha convertido en el lugar que acoge cada año a cientos de personas que llegan hasta él procedentes de un arriesgado trayecto por el Mediterráneo a bordo de una patera.

Marroquíes, argelinos y otros inmigrantes de origen subsahariano conviven con la realidad de esta zona, devastada por la pobreza y la falta de servicios para todos aquellos que se hacinan a la espera de encontrar un trabajo.

De hecho, la falta de recursos y de viviendas provoca que muchos habitantes utilicen como vivienda edificios y garajes que no contaban con licencia para ello.

Muchas asociaciones benéficas trabajan sobre la zona para enseñar español a los allí recién llegados y otras herramientas para poder lograr un empleo.

Por si los problemas ya fueran pocos, está catalogado como una especie de basurero dentro de la capital. No en vano, el Ayuntamiento ha retirado 165 toneladas de residuos de una zona en la que conviven más de 15.000 habitantes.

Distrito Sur

El conocido como Distrito Sur de Córdoba –compuesto por Sector Sur, Campo de la Verdad y barrio del Guadalquivir– surgió a raíz de la construcción de varias viviendas sociales destinadas a personas que emigraba desde las zonas rurales a la ciudad. Ha sido desde sus orígenes una zona de acogida.

Actualmente, la zona acoge a un alto porcentaje de inmigración extranjera –las nacionalidades presentes en mayor medida son marroquí, colombiana, rumana y ecuatoriana–lo que conlleva mucha diversidad que a su vez, origina en demasiadas ocasiones conflictos vecinales. La situación sociolaboral de la mayoría de la población, lejos de atenuar este contexto, lo empeora, dando lugar a una convivencia en ocasiones inestable.

Los vecinos llevan años lamentando que el barrio se encuentra totalmente abandonado por el estigma que sufre la zona, que tiene además una de las rentas más bajas de España.

Lejos de titulares grandilocuentes, los habitantes del Distrito Sur razonan que el barrio no es inseguro, pero la sobrepoblación y el resto de factores no ayudan a presentar el lugar como un punto de interés o en la senda de la recuperación.

Por ello solicitan a las administraciones actuaciones integrales que lleguen al fondo del problema, el cual no se palia con subvenciones ni ayudas.