Sequía
Andalucía cierra un año de sequías y danas con más de 4.000 hm3 en sus embalses
Las dos danas conllevaron una subida de reservas de agua crucial, aunque también causaron importantes daños en municipios de varias provincias
Los vaivenes hidrológicos de Andalucía en 2024, que han combinado periodos de sequía con las danas de final de año o las abundantes lluvias de Semana Santa, han permitido un aumento del 71 % en las reservas, ya que los embalses cierran el año por encima del 34 %, con algo más de 4.100 hectómetros cúbicos (hm3), frente al 20 % de 2023.
Andalucía inició el año preparándose para un verano con restricciones de agua, debido a la sequía de «extrema gravedad», tal y como explicó en aquel momento el presidente de la Junta, Juanma Moreno. Sin embargo, de enero a mayo se produjo una subida continuada del agua embalsada, lo que le permitió llegar al verano con más del doble de reservas de las registradas a inicios de enero.
Los pantanos andaluces pasaron de estar al 20 % a inicios de año a registrar en mayo el 43,75 %, sobre todo por las persistentes lluvias de Semana Santa y las posteriores aportaciones a los embalses de las escorrentías. Los comités de sequía suavizaron las restricciones al consumo de agua, al uso para riegos y al uso industrial. Además, se permitió el llenado de piscinas comunitarias y particulares.
Sin embargo, Andalucía perdió en verano una cuarta parte de sus reservas de agua, y pantanos como el del Guadalhorce, en Málaga, llegaron a mínimos históricos. En octubre, una vez que la Junta dio por «salvado» el verano turístico, se aumentaron las restricciones en el litoral malagueño y en el Campo de Gibraltar. En Málaga fue precisamente donde más incidencia tuvieron las dos danas de otoño, que han permitido que en diciembre se hayan vuelvo a suavizar las restricciones.
Otoño de danas
Las dos danas conllevaron una subida de reservas de agua crucial, aunque también causaron importantes daños en municipios de varias provincias, sobre todo de Málaga. La primera dana, a finales de octubre, supuso el desbordamiento del río Guadalhorce, que inundó diferentes zonas de Álora, Cártama, Málaga capital o Alhaurín de la Torre. En este último municipio incluso hubo un fallecido, y en el resto se sucedieron los rescates.
Esa misma dana provocó la tragedia en Valencia, por lo que cuando se produjo la segunda, dos semanas después, Andalucía afrontó las lluvias torrenciales con miles de desalojos preventivos, suspensiones de clases escolares y de transportes y muchas otras medidas de prevención que evitaron daños personales. Sí hubo importantes daños materiales en la Axarquía, donde azotó con más fuerza, sobre todo en el pequeño pueblo de Benamargosa.
Las intensas lluvias conllevaron un aumento generalizado de las reservas de agua en toda Andalucía y permiten afrontar el inicio de 2025 con muchas mejores perspectivas que hace un año. Y es que el año 2024 ha sido muy diferente al anterior, ya que a cierre de 2023 se habían registrado importantes pérdidas de agua, de un 28,5 % en el transcurso de sus 12 meses.
En la actualidad, la demarcación hidrográfica del Guadalquivir, la principal de la comunidad, acumula 2.823 hm3, el 35,16 % de su capacidad, cuando hace un año estaba al 19,28 %; mientras que en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, que agrupan las dos provincias más afectadas –Almería y Málaga–, se guardan 344 hm3, el 29,3 % de su capacidad total, cuando en la misma semana de 2023 se encontraban al 19,17 %.
El agua embalsada en la cuenca del Guadalete-Barbate asciende a 468 hm3, que suponen el 28,35 % de su capacidad total, mientras que hace un año se encontraba al 14,54 %. Por su parte, la cuenta del Tinto-Odiel-Piedras-Chanza está al 42,5 % con 474 hm3, frente al 35 % de hace 12 meses.