
La consejera de Salud, María Jesús Montero, junto al investigador Bernat Soria, en el año 2007
Montero tuvo a su cargo a la mujer del exministro Bernat Soria con un sueldo mayor que el de Juanma Moreno
En su etapa de consejera de Salud de la Junta, la actual vicepresidenta del Gobierno desoyó un informe del interventor general que alertaba del «menoscabo de fondos públicos» por el pago de altos emolumentos a varios directivos, entre ellos Verónica Juan-Quilis, esposa de Soria
María Jesús Montero tuvo a su cargo, en su etapa de Consejera de Salud en la Junta de Andalucía, a varios ejecutivos que cobraron unos altos emolumentos pese a un informe del interventor general de la Junta que alertaba de «menoscabo de fondos públicos» por el pago de sobresueldos indebidos en la Fundación Pública Andaluza Progreso y Salud (FPS).
Montero fue responsable del ramo sanitario entre 2004 y 2013. Entre los siete directivos mencionados por el interventor que recibían esos pagos indebidos por parte de la fundación andaluza estaba Verónica Juan-Quilis, esposa del que fuera ministro de Sanidad del PSOE Bernat Soria.
Según publica ABC, estaba en nómina de este organismo desde 2005 como directora de la Biblioteca Virtual del Sistema Sanitario Público de Andalucía con unas retribuciones nada desdeñables. En una etapa marcada por la crisis económica y los recortes, Juan-Quilis percibió durante el ejercicio 2012 un total de 70.149,22 euros brutos, un importe superior al fijado para la persona que ostente la Presidencia de la Junta, que se queda en 63.808,24 euros, según advertía el interventor en su informe.
Este informe fue remitido a Montero que, entre septiembre de 2013 y junio de 2018, pasó a ser la consejera de Hacienda del Gobierno andaluz hasta que Pedro Sánchez la hizo ministra. Pese a la alerta lanzada y la consiguiente investigación interna, Montero archivó las diligencias abiertas sin abrir expediente a ninguno de los responsables contables.Hay que recordar que la propia Junta andaluza había establecido que ningún directivo autonómico cobrara más que un director general del gobierno y mucho menos, que ganara más que el presidente andaluz, con el objetivo de hacer frente a la crisis.
La propia Juan-Quilis, que fue contratada para dirigir la Biblioteca Virtual del Sistema Público, consciente de la situación y de las diligencias abiertas, remitió un escrito a su jefa, Ana Madera, gerente de la fundación, donde aseguraba que ella había sido ajena «a cualquier decisión referente» a su remuneración y proponía devolver el dinero cobrado de más a plazos detrayéndolo de sus subsiguientes nóminas.
Matrimonio galáctico
Mientras Verónica Juan-Quilis ejercía el cargo bajo el mandato de la actual ministra de Hacienda y vicepresidenta primera del Gobierno, su marido Bernat Soria, que fue ministro con José Luis Rodríguez Zapatero, dirigió un departamento de Células Troncales del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) en la mencionada fundación.
Tal y como explica ABC, no había sueldo en toda la Administración andaluza que le hiciera sombra: 170.438,51 brutos anuales en 2010, incluyendo las nóminas, pagas extra y los incentivos. El matrimonio se habría incorporado a la fundación presidida por Montero sin necesidad de proceso selectivo alguno.
La Cámara de Cuentas de Andalucía, encargada de fiscalizar la gestión de dicha fundación, advertía que no hubo constancia de que los contratos de Soria y su mujer pasaran por convocatoria pública.
Soria continuó siendo el trabajador mejor pagado de la Junta hasta mayo de 2019, cuando Juanma Moreno, ya en San Telmo, lo despidió por compaginar este contrato público con sus negocios privados, desoyendo así la cláusula de exclusividad que tenía con la entidad autonómica. El exministro recurrió su cese asegurando que había sufrido una «campaña de acoso» por parte del nuevo gobierno autonómico.
La Junta espera explicaciones
Sanz se ha referido a las informaciones publicadas por ABC sobre la decisión de Montero de que no se abriera «una investigación por sobresueldos indebidos a directivos de la Fundación Progreso y Salud, de la que ella era presidenta», y entre los que se encontraba la mujer del científico Bernat Soria.
Según el consejero, hubo «advertencias de los interventores a la señora Montero por menoscabos de fondos públicos» y tiene que dar «explicaciones» por su «carpetazo» a este asunto, en el que se «autoexculpó». «¿Existe la presunción de inocencia para la señora Montero?», ha preguntado Antonio Sanz, quien ha insistido en que la vicepresidenta primera del Gobierno va de «escándalo en escándalo» y de «disparate en disparate».