¿Por qué se conoce a Cádiz como la Tacita de Plata?

Es muy común escuchar la expresión Tacita de Plata para referirse a la capital de la provincia andaluza. Pero, ¿cuál es el motivo para que este sea uno de sus apodos?

Son varias las hipótesis que dan respuesta al enigma que lleva circulando por las calles de la ciudad más de 200 años. Bien es cierto que ninguna de ellas está confirmada al 100 %, pero tampoco se plantea dejar de usar ese sobrenombre tan arraigado y con tanto duende para hacer referencia a Cádiz.

Una de las teorías que contesta a la cuestión tiene que ver con su historia. Cádiz tiene sus raíces en los asentamientos fenicios, lo que la posiciona como la ciudad más antigua de Occidente. Los antiguos griegos la nombraron Kado (κάδος) debido a su peculiar forma, una palabra que se traduce como taza, vaso o recipiente. Asimismo la mitología griega sugiere que las legendarias columnas de Hércules, situadas en el Estrecho de Gibraltar, estaban hechas de plata, lo que añadió el término plata al apodo de la ciudad.

Por otro lado, un argumento muy presente sobre el por qué de este sobrenombre está relacionado con los reflejos de color que emite Cádiz. El resplandor plateado del sol sobre el Océano Atlántico podría ser una de las razones para llamarla de esa manera. Esto iría unido al encalado de sus casas, que al recibir la luz solar reflejaban un brillo visible desde lejos, evocando el color plata. Otra hipótesis menciona el reflejo de los rayos del sol en los cristales de las torres miradores, observados por los marineros desde el mar.

La forma de la ciudad observada desde las alturas tiene un gran punto a favor para convertirse en la teoría ganadora. Si se mira a Cádiz desde el cielo, esta puede tener una forma de taza acompañada de un platito.

Un sistema de alcantarillado moderno que mantendría tan limpia a la localidad «como la plata», fue otra conjetura que resolvería las dudas. Pero aún hay otra tesis que argumenta esta interrogación: la riqueza de Cádiz en el siglo XVIII. Comerciantes y ciudadanos muy bien situados se trasladaron a la ciudad con el fin de realizar negocios con América. La plata, uno de los materiales más importados del Nuevo Mundo, tenía una presencia destacada en la vida cotidiana. Los cafés eran entonces los protagonistas de la vida social, donde según cuentan las leyendas, se usaban juegos de café de plata durante las charlas.

No importa si se conocían todas las leyendas existentes sobre el apodo. No obstante, sí que hay una cuestión que es sabida por todos: Cádiz tiene más de un nombre y uno de ellos es, y siempre será, la Tacita de Plata.