Reflotamiento del Delta I: cuatro horas de trabajo para traer a tierra el histórico hallazgo

El pasado sábado tuvo lugar una hazaña sin precedentes en el puerto de Cádiz. El pecio Delta I, una embarcación hundida hace 400 años, fue trasladada desde el fondo del mar hacia la superficie culminando con éxito cuatro horas de intensa labor.

El proyecto de recuperación del navío ha sido impulsado por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz y respaldado por profesionales de la Consejería de Turismo, del Centro de Arqueología Subacuática (CAS) y de Divership Diving, S.L.. Cabe mencionar que el fragmento de la embarcación fue localizado en mitad de una construcción de una nueva terminal de contenedores para el puerto gaditano.

El Delta I es una representación de la riqueza e historia del puerto de CádizTania BarcelonaDelegada de Turismo, Cultura y Deporte en Cádiz

«El patrimonio cultural que representa el Delta I es una representación de la riqueza e historia del puerto de Cádiz como enclave comercial» ha comentado la delegada de Turismo, Cultura y Deporte en Cádiz, Tania Barcelona, durante la jornada de reflote. Además, ha añadido que el puerto de Cádiz «ha sido un punto de encuentro y conexión entre diferentes culturas a lo largo de los siglos».

De ahora en adelante, las investigaciones relacionadas con el pecio pasarán a estar bajo la responsabilidad de los especialistas del Centro de Arqueología Subacuática, que forma parte del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Estos técnicos se centrarán en profundizar en el estudio de la embarcación, determinando su cronología y desvelando aspectos adicionales sobre su pasado.

Milagros Alzaga, jefa del Centro de Arqueología Subacuática, ha resaltado que el «estudio se va a prolongar a lo largo de unos tres meses" indicando que este tiene como fin profundizar en la técnica de elaboración de las embarcaciones del siglo XVII. Según ha relatado, tratarán de determinar «el nombre y la historia del barco».

Próximos pasos

Para preservar la integridad del galeón, acatando las recomendaciones de los expertos del CAS, se ha decidido colocar los restos descubiertos sobre una base de arena de 10 a 20 centímetros de espesor, complementada con sacos de tierra. Debajo se extenderá un geotextil denso para prevenir la pérdida de arena, formando un sistema de fijación seguro. Asimismo, se instalará una carpa de 20 por 25 metros que cubrirá todos los restos, acompañada de un sistema que mantendrá el pecio húmedo, evitando así su secado y el deterioro posterior.

En el nuevo escenario existente se llevará a cabo la fase de análisis en la que cada capa del pecio será documentada mediante fotogrametría. El proceso implicará el desmontaje gradual de las capas estructurales, y todas las piezas de madera serán escaneadas. Además, se tomarán muestras para realizar estudios dendrocronológicos. Las partes extraídas se conservarán en piscinas con agua de mar, y se creará un modelo 3D de la sección preservada del barco.