El calentamiento global está poniendo en jaque mate a distintas zonas de AndalucíaTurismo de Cádiz

Medioambiente

El horizonte de las playas andaluzas: numerosos arenales pueden desaparecer por la subida del mar

Las zonas afectadas por esta problemática serán Almería, Málaga, Huelva y, en mayor medida, Cádiz

La organización ecologista internacional Greepeace asegura en su informe Crisis a toda la costa la preocupante situación que se plantea para diversas franjas costeras andaluzas por la subida del mar derivada del cambio climático.

Las inclemencias medioambientales ocasionadas por el calentamiento global están poniendo en jaque mate a distintas zonas de Andalucía que ven peligrar de manera alarmante uno de sus bienes más preciados, sus paradisíacas playas.

Entre los factores que están propulsando esta pérdida se encuentran el aumento del nivel del mar, el calentamiento progresivo de las aguas, la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos y la creciente masificación turística, según datos aportados por la organización.

«Almería, Málaga, Huelva y, especialmente, Cádiz sufrirán retrocesos importantes en la costa. Por ejemplo, se prevé una subida del mar de 45 cm para 2090, lo que significa que el mar habrá entrado unos 45 metros más que ahora, con el impacto que eso supondrá en la zona», destacan desde Greenpeace.

Una de las variables que empeora la situación son las hordas de turismo que llegan hasta la zona, usando el beneficio económico como justificación al maltrato del ecosistema. Según Eurostat, Andalucía es el territorio europeo con más alquileres turísticos. Esta cuestión desemboca no solo en un desgaste y deterioro de la naturaleza; también afecta de manera directa en la vida de los ciudadanos: alquileres imposibles, inexistencia de contratos de larga duración, gentrificación…

Medidas para frenar el cambio

Según el informe mencionado, «empezaremos a perder playas en los próximos diez años». Los daños ya están provocados, aunque la organización propone una serie de medidas para que estos no vayan a más. En primer lugar, plantean la implantación de políticas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Continúan manifestando la necesidad de reponer la calidad ambiental a los espacios costeros y acabar con la contaminación.

Con respecto a la turistificación masiva, exponen que debería ser acotada y subrayan la urgencia de introducir las previsiones sobre el cambio climático en la planificación urbanística. Además, recalcan que debe impedirse la construcción de infraestructuras y la urbanización que produzcan barreras artificiales.

En la misma línea, añaden la importancia de conservar y facilitar la expansión hacia el interior de marismas y humedales. Otra de las propuestas que desarrollan es la revisión de los deslindes que determinan el dominio público marítimo-terrestre y recuperar las zonas inundables.