Imagen de una avispa asiática

La picadura de este espécimen inyecta más cantidad de venenoCreative Commons

Cádiz

Un enjambre de avispas asiáticas ataca a un guarda de una finca y un agricultor en El Puerto de Santa María

Ambos se refugiaron de las posibles picaduras en la cabina de un tractor

Una finca de El Puerto de Santa María ha sido el escenario del ataque de un grupo de avispones asiáticos a un guarda y un agricultor que, realizando labores de limpieza, pisaron con la maquinaria un nido de estos insectos, produciendo una ofensiva masiva. Además, la persona responsable de guardar el terreno es alérgico a las picaduras de avispa.

El avispón asiático penetró en España por Galicia y, a medida que va pasando el tiempo, se va extendiendo a lo largo del territorio. La picadura de este espécimen, inyecta más cantidad de veneno que una avispa común y puede provocar mayor hinchazón y dolor, e incluso en ocasiones más extremas la muerte.

Debido a esta información, los trabajadores del terreno gaditano huyeron despavoridos en busca de refugio cuando se toparon con el enjambre alborotado cuando su nido fue pisado mientras los profesionales llevaban a cabo las tareas diarias. «Iban para ti como para atacarte y picarte, pero chocaban con los cristales de la cabina», ha trasladado el agricultor afectado a Canal Sur.

El experto agrícola ha subrayado la gran agresividad del insecto, destacando que incluso podía verse como los avispones se agarraban al latiguillo hidráulico del tractor con su aguijón para intentar picarle e inyectar su veneno.

Por otro lado, el guarda de la finca sintió un gran temor cuando vio la cantidad de avispas asiáticas reunidas y alteradas, debido a su condición alérgica a la picadura de este ejemplar. «Yo estaba que me comía de los nervios, porque a mí, si me pican una o dos, al hospital no sé si llegaría», declara el vigilante al medio citado. Asimismo, explica que no podía bajarse del tractor a su coche, hecho para el que tuvieron que esperar más de una hora para que se produjese. «Yo no me atrevía a bajarme del tractor por el miedo que tenía», insiste.

Cuando los trabajadores se vieron envueltos en este asunto, llamaron al número de emergencias 112, entidad que trasladó la información al Ayuntamiento correspondiente, bomberos, Protección Civil y SEPRONA, descubriendo que no hay un protocolo de actuación para la presencia de estos casos que tanto peligro albergan.

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