Petacas de gasolina halladas en una 'guardería' durante los registros realizados en la operación policialGuardia Civil

Cádiz

Cae el clan de Los Monís, los reyes del 'petaqueo' de narcolanchas en la Bahía de Cádiz

La organización criminal, perfectamente jerarquizada y liderada por dos hermanos, llegaba a hacer trueques de gasolina por fardos de hachís

La Agencia Tributaria, la Guardia Civil y la Policía Nacional han logrado desarticular el clan de Los Monís, los reyes del petaqueo de narcolanchas en la Bahía de Cádiz, en una operación conjunta, llamada Navegante, en la que han sido detenidas 15 personas, entre ellas los líderes de la organización.

La operación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal que podía estar dedicándose al abastecimiento de combustible, víveres y apoyos en los cambios de tripulación a narcolanchas, facilitando así los alijos de droga.

En las investigaciones se pudo constatar que dicha organización estaba totalmente estructurada y jerarquizada y que era liderada por un conocido clan familiar asentado en Chiclana de la Frontera.

El clan de Los Morís presentaba un escalafón jerárquico con un claro reparto de funciones en el que los líderes, ambos hermanos, se encargaban del control y de la financiación para adquirir la gasolina, los vehículos, las embarcaciones, las guarderías del combustible, los motores para las narcolanchas, contactos de confianza y las labores de seguridad en el traslado de las petacas de gasolina y en la compra de viveres para los pilotos de las narcolanchas.

En el segundo escalón se encontraba el lugarteniente y mano derecha de los cabecillas, que asumía el rol de persona de confianza para las labores de contacto con otros miembros de la organización que ocupaban escalones inferiores en la estructura.

Los integrantes de la organización cuentan con un amplio historial delictivo por delitos relacionados con el narcotráfico.

Apoyo logístico a narcolanchas

Los narcos realizaban de manera concertada y coordinada todas las actuaciones necesarias para favorecer los alijos. Para ello, prestaban apoyo logístico a otras embarcaciones que ya se encontraban en el agua para proveerlos de combustible, víveres, cambios de tripulación e incluso hacer trueques de gasolina por fardos de hachís.

La presión policial obligó a los miembros de la organización a alternar las ubicaciones para los avituallamientos y a disponer de nuevas guarderías de combustible, situadas en distintos puntos de la provincia, con la intención de dificultar la vigilancia y la acción policial. Estas guarderías se ubicaban tanto dentro del casco urbano como en los extrarradios.

En la operación se han realizado siete registros domiciliarios en Chiclana de la Frontera, El Puerto de Santa María y Puerto Real, donde se han intervenido una embarcación neumática de cuatro metros provista de motor, tres embarcaciones neumáticas deshinchadas, cuatro motores para neumáticas y tres colas de motor, así como cuatro vehículos y dos motocicletas.

También se han incautado 21.580 euros en metálico, cinco armas de fuego, una granada de humo militar, dos rotativos policiales, dos machetes, tres GPS, 27 teléfonos y dos teléfonos satélites, siete kilos de marihuana, 18 pastillas de hachís y 2.475 litros de gasolina en petacas.