Por qué la Cofradía de El Rico cumple con la tradición de liberar a un preso en la Semana Santa

La Cofradía de Nuestro Padre Jesús El Rico y María Santísima del Amor cumplirá este Miércoles Santo con una de las tradiciones más arraigadas de la Semana Santa de Málaga, como es la liberación de un preso, en este caso José Manuel R. S., el elegido para acompañar por las calles de la capital malagueña a la procesión.

Esta tradición se remonta al año 1765, cuando un brote de cólera provocó que no hubiera en Málaga hombres sanos para sacar a Jesús El Rico. La enfermedad, en cambio, apenas traspasó los muros de la cárcel local. Así pues, los presos, sabedores de lo que sucedía fuera de ella, y aun habiendo recibido la negativa del alcaide para sacar a Jesús El Rico, se amotinaron y saltaron los muros carcelarios para, aquella noche, llevar a cabo su cometido.

Posteriormente, y tal como habían prometido, regresaron a prisión, todos excepto uno que se quedó cuidando de un familiar infecto de cólera, a quien llevó, para que obrara el prodigio de sanarlo, la cabeza de San Juan Bautista, que por entonces se veneraba a los pies de la imagen de Jesús El Rico. A la mañana siguiente, el fugitivo volvió a la cárcel por sí mismo. A los pocos días, tras aquella procesión de El Rico a los hombros de los presos, la peste desapareció de Málaga.

Pragmática de Carlos III

La historia llegó a oídos del Rey, Carlos III, quien, alegrado por tanta fe, y en señal de agradecimiento a estos reclusos por su extraordinario gesto e inusual actitud, firmó una pragmática por la que se otorgaba a la Justicia de Málaga la potestad de liberar cada año a un preso, que debería procesionar en la Cofradía de Jesús El Rico.

Volviendo al presente, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado 20 de marzo el real decreto por el que se indulta del cumplimiento de la pena privativa de libertad que le quedaba por cumplir a José Manuel R. S., condenado por la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Málaga, en sentencia de fecha de 28 de marzo de 2023, a tres años de prisión como autor de un delito contra la salud pública cometido en 2022.