Semana Santa 2024
La leyenda del descubrimiento de la talla del Cristo de la Sangre de la Semana Santa de Málaga
El Cristo de la Sangre es una de las imágenes de la Archicofradía de la Sangre que procesionan por las calles de Málaga el Miércoles Santo
La Semana Santa de Málaga es una de las más antiguas de nuestro país. Por este motivo, alberga un gran número de historias y leyendas que nos llegan a nuestros días gracias a la tradición oral y a ciertos escritos como los de Diego Vázquez Otero quien, en su libro Tradiciones Malagueñas, recoge una de las más sonadas: la leyenda del descubrimiento de la primitiva talla del Cristo de la Sangre.
Cuenta la historia, que a finales del siglo XV, al amanecer de un día tranquilo y apacible, una jábega, embarcación pesquera tradicional malagueña, se adentró en la costa como hacía normalmente para faenar y poder llevar dinero a casa después de unos días en los que parecía que los peces no caían en las redes de los marineros.
El patrón del barco, debido a esa escasez de pescado, decidió adentrarse algo más de lo aconsejable, hasta que prácticamente no se divisaba la costa. De pronto, el cielo se cubrió de nubes negras y el mar, apacible hasta hacía unos minutos, comenzó a agitarse por un fuerte viento que parecía luchar para tirar a los pescadores malagueños a las bravas aguas. Cuando las fuerzas comenzaron a flaquear y los tripulantes comprendieron que su fin estaba escrito, comenzaron a confesarse unos a otros, implorando la misericordia de Dios.
Fue en ese momento cuando un rayo de sol atravesó el cielo, iluminando un punto cercano a la barca. Los marineros, sorprendidos, vieron cómo podía distinguirse en ese bravo mar la efigie de un crucificado y, sin dudarlo, se acercaron a recoger la talla. A medida que se acercaban a la imagen, el mar se calmaba hasta que, finalmente, cuando lograron subir al Cristo a la jábega, parecía que nunca hubiera habido una tormenta. Del costado de la imagen inerte de Jesús fluía sangre.
Los marineros pusieron rumbo a la costa, donde les esperaban sus familiares, preocupados por la repentina tormenta. Una vez allí, desembarcaron la imagen y la llevaron a una ermita cercana en un respetuoso silencio.
El Cristo de la Sangre actual
La imagen que, según la leyenda, encontraron los pescadores, fue la talla que veneró la Archicofradía de la Sangre hasta su pérdida en mayo de 1931, es de autor anónimo y se cree que la fecha aproximada de su creación es el segundo tercio del siglo XV.
Actualmente, en la procesión del Miércoles Santo podemos ver una talla de Francisco Palma Burgos de 1941 que representa a un Cristo ya muerto en la cruz, sujeto al madero por tres clavos que le atraviesen las palmas de las manos. Su cabeza se apoya suavemente sobre el pecho, lo que provoca la caída de su pelo sobre la frente. Llama especialmente la atención la llaga de su costado, de la que brota un importante reguero de sangre.