Las dos imágenes muestran de manera clara el avance del mar en los últimos 30 añosDirección General de Costas

Málaga

Así ha retrocedido la línea de costa malagueña frente al avance del mar en los últimos 30 años

La Demarcación de Costas ha informado públicamente de la declaración de dos puntos concretos de la provincia de Málaga como «zonas de regresión grave de la costa»

Los efectos del cambio climático y la actividad humana son cada vez más evidentes y contrastables si se echa la vista atrás y simplemente se analiza, sin atender a otro criterio que no sea la sencilla observación, el antes y el después de una misma realidad, de un mismo lugar.

Los informes presentados por la Demarcación de Costas en Andalucía Mediterráneo son una prueba irrefutable de ello. En un compendio de fotografías cenitales, en las que se puede observar un plano aéreo de la línea de costa entre 1957 y 2023, se observa cómo el mar ha ido avanzando lentamente pero con firmeza frente a la costa, que ha ido poco a poco erosionándose y retrocediendo hacia el interior, alcanzando construcciones en dos zonas muy concretas, las playas de Arraijanal y Almayate.

Es por ello que la propia Demarcación de Costas ha declarado estos dos segmentos en «riesgo de regresión grave», lo que implica la prohibición de la ocupación del dominio público marítimo terrestre y condicionará, según sus previsiones, la permanencia de las construcciones ya existentes al avance y el ascenso del nivel del mar.

Tal y como se aprecia en las fotografías facilitadas por el informe, en la playa de Arraijanal, en la zona de Guadalmar, la prueba más evidente de ese avance del mar es la ubicación de la estación de bombeo de aguas residuales (EBAR) allí instalada. Lo que hace 30 años estaba situado en el interior de la costa sin ningún riesgo aparente, hoy está protegido por una escollera para evitar la llegada del agua.

Así, según la previsión del Gobierno para 2070 que ha aparecido publicada recientemente en el BOE del lunes 3 de junio, la próxima subida del nivel del mar en esta zona comprendería unos 800 metros situados entre el extremo oriental del parador Málaga Golf y el extremo occidental de la barriada de Guadalmar, haciendo así que la línea de playa se adelante entre 80 y 226 metros por la subida del nivel del mar en 31 centímetros. El espacio afectado comprendería la playa de San Julián y la ya citada estación de bombeo, además de parte de las edificaciones de las urbanizaciones más orientales de Guadalmar.

En el caso de la playa de Almayate, en Vélez, la regresión desde 1957 ha sido de 227.107 metros cuadrados de arena, un espacio algo menor que en Guadalmar pero, según el Gobierno, igual de preocupante. La situación de regresión prevista consta de un tramo de costa de unos 1.000 metros, que comprende la zona de la desembocadura del río Vélez, en concreto el entorno del camping de Almanat, en Almayate, hasta las puertas del núcleo urbano de Torre del Mar.

Las causas que vienen provocando esta peligrosa situación se encuentran, principalmente, en la abundancia de períodos de sequía en la última década, haciendo que el delta del río Vélez tenga cada vez menos presencia, además del aumento de temporales de poniente frente a los de levante, con cambios en la orientación del oleaje.