Málaga
Secuestran a un hombre y le cortan un trozo de oreja como pago de una deuda millonaria por droga
La víctima se había desplazado desde Marruecos hasta la Costa del Sol para una reunión «de negocios» con sus secuestradores, miembros de una red de narcos
La Policía Nacional ha detenido a dos hombres, ambos de nacionalidad francesa, por su presunta responsabilidad en el secuestro durante 11 días de un ciudadano magrebí, que fue objeto de torturas y al que cortaron un trozo de oreja durante su cautiverio, en una finca de Torrox, en la provincia de Málaga, como pago de una deuda millonaria por droga.
Los secuestradores remitieron a la familia de la víctima un vídeo en el que se recogía la mutilación y exigieron 1.400.000 euros por el rescate. No ha trascendido si su entorno accedió a las pretensiones económicas de la red de narcotraficantes a la que pertenecían los secuestradores, pero la víctima terminó liberado en un paraje aislado del municipio de Mijas.
A los dos arrestados, de 39 y 43 años, se les atribuyen los delitos de secuestro, lesiones, pertenencia a organización criminal y depósito de armas de guerra y munición. La autoridad judicial competente ha decretado el ingreso en prisión provisional para ellos.
El secuestro tuvo lugar en abril de 2023, aunque no ha sido hasta ahora cuando la Policía Nacional ha culminado la investigación y se ha levantado el secreto judicial de las actuaciones. La denuncia de un familiar de la víctima en la Comisaría Provincial de Málaga daba inicio a la operación, llamada Rotador, que ha sido llevada a cabo por agentes adscritos al Grupo I de Crimen Organizado de esas dependencias.
Una reunión «de negocios»
El denunciante explicaba que un pariente se había trasladado desde Marruecos hasta la Costa del Sol para tener una reunión «de negocios» y que, por circunstancias que desconocía, permanecía retenido contra su voluntad en algún lugar. Los captores llegaron a contactar telefónicamente con un pariente de la víctima y le solicitaron para su liberación 1.400.000 euros.
Durante los contactos, se remitió un vídeo en el que la familia reconocía a su ser querido en el momento en el que uno de los secuestradores le seccionaba un trozo de oreja con un machete. La persona retenida permanecía, además, amordazada, con las manos y los pies atados con bridas, los ojos tapados y la cara amoratada.
En el transcurso de las averiguaciones, los agentes tuvieron conocimiento de la liberación del secuestrado en un paraje aislado de Mijas. A continuación, y tras recibir asistencia médica, la víctima fue oída en declaración. Según el testimonio del propio perjudicado, sus captores le infligieron numerosos golpes, le seccionaron parte de una oreja y le privaron incluso de alimentos, dándole agua solo en contadas ocasiones.
Secuestro en una finca de Torrox
Las averiguaciones de los agentes se centraron, inicialmente, en indagar sobre el punto de reunión que el perjudicado tuvo con sus captores, en un parking de un supermercado en Benalmádena. Seguidamente, la víctima subió a una furgoneta con miembros de la organización, dirigiéndose hasta un inmueble en una finca de Torrox, permaneciendo secuestrado entre el 8 y el 19 de abril de 2023.
Durante la investigación se ubicó con exactitud la finca rural en la que se mantuvo el secuestro, una propiedad arrendada por una persona que utilizó una identidad francesa falsa.
Además, la Policía Nacional logró la plena identificación de la persona que condujo a la víctima hasta la finca y que sería el supuesto autor del video de la mutilación. Se trataba de un ciudadano francés de origen argelino, con residencia en una urbanización apartada de Estepona. También se logró identificar también a un compatriota del anterior como instigador del secuestro.
Una vez localizado a los presuntos autores y dada las sospechas de que uno de ellos, residente en Estepona, pudiera abandonar el país para ir a Francia se procedió a las detención y el registro de su vivienda. El otro investigado fue arrestado en París, en virtud a una orden de detención europea emitida por el Juzgado de Instrucción número 1 de Torremolinos.
Por otro lado, tras un registro se recabaron numerosos vestigios biológicos y se intervino el cuchillo utilizado para realizar la mutilación, además de un fusil de asalto ―AK-47― y tres pistolas, todas ellas reales, y unos 500 cartuchos de distintos calibres, entre otros efectos.