Los agentes analizaron el material informático incautado que el detenido utilizaba para consumo propio e intercambioEuropa Press

Málaga

El hombre condenado por abusos sexuales a su hija de cinco años poseía más de 3.000 videos pedófilos

Las imágenes incautadas, terribles de analizar para los investigadores por su dureza, contenían incluso agresiones sexuales a bebés y menores de muy corta edad

Los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga han condenado a trece años y medio de prisión a un individuo, padre de una niña de cinco años, como autor de un delito continuado de abusos sexuales a menores de 16 años y otro de tenencia y distribución de material pornográfico con menores.

Tal y como informa Sur, la sentencia asegura que el hombre aprovechó distintas ocasiones en las que se quedaba a solas con su hija para llevar a cabo las diversas agresiones sexuales. Tras uno de esos episodios, la niña se lo contó a su madre, quien lo denunció ante las autoridades. Fue en el momento en el que los investigadores analizaron el contenido de los dispositivos móviles e informáticos del hombre cuando descubrieron más de 3.000 fotografías y videos de pornografía infantil en los que aparecían menores de muy corta edad.

En dicha sentencia ha quedado probado que los padres de la pequeña, tras 14 años de relación, pusieron fin a la misma en 2019, cuando la madre encontró en el móvil del padre varios archivos de contenido pedófilo. Tras su separación, ambos, de manera consensuada, pactaron la regulación del régimen de custodia de la niña, ostentando así la madre la guarda y custodia, mientras que al padre le correspondían fines de semana alternos.

Todo indica que los abusos a la niña comenzaron a principios de 2022. Al parecer, y tal y como indica el fallo, el padre aprovechó en al menos cuatro ocasiones los momentos en los que bañaba a su hija para realizar tocamientos, «con motivo de satisfacer de forma habitual sus deseos sexuales, y en el transcurso del régimen de visitas señalados».

Tras pasar un fin de semana de julio en casa de su progenitor, las continuas agresiones se destaparon. Fue durante esos días cuando, mientras padre e hija estaban viendo una película infantil, el hombre volvió a realizarle tocamientos; la niña «sorprendida, apartó de inmediato la mano de su padre», pero él continuó hasta satisfacer sus deseos. Al regresar a casa con su madre, la niña le confesó lo sucedido. A consecuencia de esta agresión, la menor sufrió lesiones en los genitales que precisaron de cinco días para su completa curación. Finalmente, la madre acudió a la policía a denunciar al progenitor.

Videos pedófilos y agresiones degradantes a bebés

Los agentes encargados del caso procedieron entonces al registro del domicilio del acusado. Allí encontraron numerosos discos duros, pen drives, tabletas y otros dispositivos electrónicos cuyo análisis de contenido, asegura la resolución, fue un auténtico horror para los investigadores. En uno de los teléfonos móviles incautados «se localizaron una cantidad ingente de imágenes de fotografías y vídeos de pornografía infantil, en su inmensa mayoría de niñas de muy corta edad, incluido bebés», con agresiones sexuales «especialmente degradantes y humillantes».

Asimismo, se localizaron 531 archivos de contenido pedófilo a través de la aplicación de WhatsApp entre dos terminales que eran propiedad del acusado, material que poseía para compartirlo en otros foros y «a través de la red social Facebook a otros usuarios en la que el acusado proponía un intercambio de pornografía infantil». A ello se le añaden más de 2.740 archivos de contenido pedófilo que fueron localizados en uno de los dispositivos USB, cuya finalidad era para uso propio y distribución.

Tras reconocer los hechos de los que se le acusaba, al detenido se le ha impuesto una pena de siete años y seis meses por los abusos y la agresión sexual a su hija y otros cinco años por posesión de contenido pedófilo. Se le ha impuesto, además, la prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima en 22 años, a la que tendrá que indemnizar con 10.000 euros por los daños morales ocasionados.

Cumplirá también 20 años de libertad vigilada y, una vez que abandone la prisión, tendrá prohibido comunicarse con menores de edad por ninguna aplicación o red social en 15 años. Igualmente, en la sentencia queda recogida la privación de la patria potestad durante 30 años, tiempo durante el que permanecerá inhabilitado para ejercer cualquier profesión o actividad que implique contacto regular y directo con menores de edad.