Dos detenidos tras una persecución de película entre Mijas y Marbella con disparos al aire incluidos

La Policía Local de Mijas ha detenido a dos personas como presuntos autores de los delitos de desobediencia grave a agente de la autoridad, atentado y delito contra la seguridad vial por conducción temeraria tras la arriesgada persecución a gran velocidad que arrancó en la localidad malagueña de Mijas y discurrió por la A-7 hasta Marbella. El altercado se saldó con un vehículo de la Policía envestido, varios agentes víctimas de un intento de atropello y múltiples disparos al aire. Por fortuna, no hubo que lamentar heridos.

Tal y como relata Málaga Hoy, los hechos tuvieron lugar la semana pasada. Un dispositivo de agentes de la Policía Local de Mijas que se encontraba realizando labores de vigilancia en la zona de Calahonda dio el alto a un vehículo que circulaba de forma sospechosa. Fue entonces cuando el conductor y su acompañante se dieron a la fuga, estrellando su coche contra el de la Policía, al que le provocaron serios daños, y emprendieron su huida para no ser detenidos.

Los agentes solicitaron de inmediato el apoyo de otras unidades. Una patrulla motorizada de la Policía Local se unió a la operación y, tratando de no ser descubiertos, se escondieron en las inmediaciones de la urbanización Calypso para sorprender a los fugitivos. Cuando el conductor del vehículo descubrió que uno de los agentes le perseguía en su motocicleta, abrió la puerta del coche para tratar de tirarlo al suelo, aunque no lo logró.

La persecución continuó por la autovía A-7, con el conductor huido tratando de sacar de la vía a los vehículos policiales que lo seguían. Incluso trató de atropellar a uno de los agentes que se colocó delante del coche a una distancia prudencial para tratar de detener la persecución, pero el fugitivo aceleró, aunque no consiguió su objetivo de arrollar al policía.

En un momento determinado llegaron a la avenida Estocolmo, una calle sin salida. Fue en ese instante cuando los dos pasajeros del vehículo se vieron sin posibilidades de escape y detuvieron el coche. Dado que los agentes desconocían si iban armados o cuáles eran sus intenciones y se encontraban en una zona sin apenas iluminación, uno de los policías disparó al aire, sin ocasionar daños, para amedrentar a los criminales, que acabaron encañonados en el suelo y detenidos por la presunta comisión de los delitos de desobediencia grave a agente de la autoridad y atentado, además de un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria.

Los arrestados, gracias a la rápida y coordinada intervención de la Policía Local, fueron trasladados a dependencias de la Guardia Civil para su puesta a disposición judicial.