Málaga
Un belga de 34 años, identificado como el hombre que murió de un disparo en un chalet de Estepona
Al parecer, en el inmueble, okupado por una pareja, se celebraban fiestas clandestinas en las que se cobraba la entrada
El individuo fallecido este pasado lunes tras recibir un disparo en el tórax en el interior de un inmueble durante la supuesta celebración de una fiesta en el municipio malagueño de Estepona ha resultado ser un hombre de 34 años y de nacionalidad belga.
La Policía Nacional mantiene abierta una investigación para esclarecer las circunstancias del suceso y, aunque por el momento no se han producido detenciones, fuentes cercanas a la investigación han ido confirmando ciertos detalles que, tal y como informa Sur, van resolviendo las incógnitas del crimen.
El chalet de la calle Hortensia, una villa de lujo que había pertenecido a un futbolista, era una pesadilla para los vecinos quienes llevaban años denunciando la celebración de fiestas clandestinas en su interior en las que se cobraba por acceder. Todo apunta a que la última tuvo lugar el pasado fin de semana, cuando el ciudadano belga de 34 años fue asesinado.
Los servicios de emergencias recibieron una llamada a las 08:55 horas del pasado lunes informando de que se habían producido disparos en el interior de la casa y que había una persona herida, por lo que la Policía Nacional, la Policía Local y sanitarios del 061 se desplazaron de inmediato al lugar de los hechos.
Al llegar a la vivienda de la calle Hortensia, los agentes encontraron a la víctima en una de las dependencias sobre un charco de sangre y con una herida por arma de fuego en la espalda. Aunque trataron de reanimarla, no pudieron hacer nada por salvar su vida. Los efectivos sanitarios atendieron, además, a otras dos personas, sin que fuese necesario su traslado a un centro hospitalario.
El cadáver fue trasladado en un primer momento a un centro hospitalario para hacerle pruebas radiológicas para detectar algún otro impacto de bala y, posteriormente, al Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga para realizarle la autopsia.
La vivienda donde se cometió el crimen fue inspeccionada a fondo durante la tarde del lunes, además de las casas y calles colindantes con la intención de encontrar alguna imagen del crimen o de la huida del responsable en alguna cámara de seguridad.
Tal y como aseguran fuentes próximas a la investigación, el inmueble ha resultado ser una mansión okupada en la que se instaló una pareja que organizaba fiestas clandestinas. Por el contrario, la mujer que reside en la casa comentó a los periodistas que no son okupas y que tienen un contrato en vigor.
En cualquier caso, el citado chalet ya se encontraba en el punto de mira de la Policía desde hace años puesto que era el escenario recurrente de fiestas clandestinas que se pudieron de moda durante la pandemia.