El principal objetivo de esta especie son las abejas, a las que atacan y eliminan para alimentarseCOAG

Málaga

Alerta por la peligrosa expansión del avispón oriental en Málaga: la especie que está acabando con las abejas

Este insecto se adapta muy bien al calor andaluz y ya ha sido avistado en varias provincias, aunque abunda especialmente en Málaga y Sevilla

El Consorcio de Bomberos de Málaga ha sido el último en dar la voz de alarma. A través de su cuenta de X han advertido de que «o las autoridades invierten en el control de esta plaga o podemos dar por perdida la batalla, y vamos tarde».

El avispón oriental, denominado vespa orientalis, ha afectado ya a más de 30.000 colmenas de la provincia de Málaga, a plantaciones de frutas y a cientos de aves insectívoras a las que les quita el alimento.

Esta especie, procedente de Asia oriental y occidental, el Mediterráneo oriental y el nordeste de África, se adapta muy bien a las altas temperaturas de Andalucía y, desde que se viera por primera vez en la provincia de Cádiz, se ha observado un incremento de avistamientos en el sur peninsular, especialmente en Málaga y Sevilla. Además, ya se han encontrado varios ejemplares en las provincias de Huelva, Córdoba y Jaén.

En la provincia malagueña, su presencia está afectando especialmente a municipios del Valle del Guadalhorce como Coín, Alhaurín o Álora, además de al entorno de Estepona y a los alrededores de Ronda.

El gran problema de este avispón es el riesgo que supone para el ecosistema malagueño. Se alimentan de abejas y atacan sus colonias durante la época estival, afectando directamente a la producción de miel. Además, también atacan y se alimentan de otros insectos, dejando sin alimento a gran cantidad de aves insectívoras. Al nutrirse principalmente de azúcar, en otras épocas del año atacan las cosechas de uvas, repercutiendo así en el valor comercial de estos productos.

Pero no sólo perjudican al entorno y a la economía. Su concentración en zonas urbanas, con sus nidos a ras de suelo, pone en riesgo a la población, pues sus picaduras son tremendamente dolorosas y en muchas ocasiones derivan en cuadros alérgicos muy peligrosos. Sólo con rozar el nido se corre el riesgo de sufrir un ataque múltiple.

Hasta que no quede declarada como «especie invasora» por parte de la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la provincia, no se puede iniciar el proceso pertinente para acabar con su expansión, por lo que desde el Consorcio de Bomberos de Málaga y desde la organización agraria COAG Andalucía piden la atención de las autoridades provinciales y autonómicas para poner fin a esta plaga que está afectando a la provincia de múltiples y peligrosas maneras.