Málaga
Los tesoros del navío Westmorland regresan a Málaga, la ciudad donde se subastaron en 1779
De las mil piezas de incalculable valor artístico que transportaba la fragata británica, la muestra que recala en Málaga reúne una selección de aproximadamente 70 objetos
La Fundación Unicaja y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando han presentado la exposición El Westmorland en Málaga, una muestra que recoge una gran parte de los tesoros artísticos que el navío inglés transportaba por el Mediterráneo en 1779 en el momento de ser capturado.
En concreto, la exhibición, comisariada por José María Luzón y María del Carmen Alonso, consta de alrededor de 70 piezas originales distribuidas en sus siete salas temáticas; pinturas, esculturas, libros, documentos históricos e incluso obras de música inéditas que podrán ser admiradas y disfrutadas por el público malagueño en el Centro Cultural Fundación Unicaja de la ciudad hasta el próximo 12 de enero.
La historia del buque Westmorland es todo un acontecimiento que conecta la ciudad de Málaga con el arte y la cultura del siglo XVIII. El navío zarpó desde el puerto italiano de Livorno con rumbo a Inglaterra en diciembre de 1778. En su interior albergaba un valioso cargamento: casi un millar de bienes adquiridos por jóvenes aristócratas ingleses en su ‘Grand Tour’, el viaje cultural que realizaban las clases acomodadas para completar su formación y poder adquirir, además de conocimiento, obras de arte de las grandes capitales europeas del momento.
A pesar de los llamativos cañones que portaba el barco y de que el viaje se encontraba asegurado por 14 compañías distintas, el 8 de enero de 1779, el Westmorland fue capturado en el Mediterráneo por navíos franceses y llevado al puerto de Málaga. Su lujoso cargamento fue analizado minuciosamente por orden del monarca Carlos III.
Entre los centenares de objetos, además de pinturas, esculturas y demás obras de arte, protegidas por un bloque de mármol y transportadas en una caja forrada de seda se encontraron reliquias de San Clemente, uno de los primeros papas de la cristiandad.
La mayor parte de los tesoros fueron comprados por el propio Carlos III, el cual los trasladó a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando para que se expusieran al público con una intención didáctica y de preservación de la cultura.
De todas aquellas piezas, la pequeña muestra que hoy se expone en la capital malagueña recoge, por ejemplo, obras del acuarelista paisajista inglés John Robert Cozens, retratos de Pompeo Batoni, esculturas como la Cabeza de la Venus de Medici, Baco y Ariadna y Eros y Psique, del taller del escultor Bartolomeo Cavaceppi, o partituras inéditas y originales creadas especialmente para los jóvenes aristócratas que las adquirieron en su viaje de finales del siglo XVIII.
Concretamente, y por primera vez en España, estas partituras no sólo están expuestas en vitrinas, sino que podrán escucharse a través de las grabaciones realizadas por el Westmorland Ensemble, un grupo de músicos que ha interpretado estas piezas para que el público pueda disfrutarlas según fueron concebidas.
Las nuevas tecnologías tienen también su espacio en esta exposición, y es que, además de las piezas musicales, la proyección de videos y diversas recreaciones en 3D, se han digitalizado diferentes documentos históricos y otras publicaciones relevantes halladas en el buque, como la Real Orden del 9 de julio de 1783, en la que Carlos III ordena el examen del contenido artístico del barco, o un libro de grabados de Giovanni Battista Piranesi.