Condenado a 11 años de prisión por violar de forma continuada a su hermana de siete en su propia casa

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha condenado a un joven a 11 años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales tras violar a su hermana de siete años de edad en el domicilio familiar, aprovechándose que era 12 años mayor que ella.

Además de la pena de prisión, se le ha impuesto la medida de libertad vigilada durante diez años y que se determine si es necesaria su participación en un programa de reeducación para penados por delitos contra la libertad sexual.

Asimismo, el condenado tiene prohibido aproximarse al domicilio, lugar de estudio o cualquier otra ubicación frecuentada por su hermana, a menos de 500 metros, así como comunicarse con ella por cualquier procedimiento durante 12 años.

En concepto de responsabilidad civil, la víctima deberá ser indemnizada con 12.000 euros por daños morales, ya que presenta sintomatología psíquica de sentimiento de culpabilidad, conductas de evitación, negación y nerviosismo y ambivalencia afectiva hacia su agresor.

En los hechos probados que recoge la sentencia adelantada por EFE, se indica que las repetidas violaciones comenzaron en 2017 y se prolongaron hasta abril del año siguiente, cuando la menor confesó a su profesora la situación que estaba viviendo, sometida a continuas violaciones y tocamientos. Su hermano, guiado por un ánimo libidinoso, utilizaba a la víctima «como objeto sexual», con prácticas que le ocasionaban dolor y lesiones.

La confesión a su docente dio lugar a la activación del protocolo por abusos sexuales a menores por parte del colegio. No ha sido hasta abril de este año cuando la Audiencia Provincial de Málaga condenó al hermano a 11 años de cárcel como autor de un delito continuado de abusos sexuales.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ratificado la sentencia, desestimando así las pretensiones de la defensa de absolver al acusado o de rebajar la condena. El Alto Tribunal ha aceptado el relato de hechos probados en primera instancia, quedando así acreditado que el acusado, que cuando comenzó a a abusar de la víctima tenía 19 años, violó en reiteradas ocasiones a su hermana en el domicilio familiar, en Rincón de la Victoria.

En la sentencia se considera probado que el acusado padece un trastorno mental y de comportamiento derivado del consumo de tóxicos, «trastorno que no le impide conocer la ilicitud de los hechos».

De hecho, los magistrados han valorado «las dramáticas circunstancias existenciales» por las que ha pasado la víctima desde que reveló lo ocurrido a su profesora, viéndose sometida a «presiones de su madre para que se retractara», intentando así proteger a su hijo mayor. Por ello, la menor fue declarada en situación de desamparo, quedando su tutela en manos de la Junta de Andalucía.