Málaga
Comienza la Escuela Internacional de Hostelería y Turismo de Málaga, la nueva cuna de líderes gastronómicos
El nuevo centro, impulsado por la Fundación Universitaria San Pablo CEU y la Fundación Victoria, formará tanto a profesionales como a amantes de la cocina en unas instalaciones que han sido bendecidas por el obispo de Málaga
En un acto celebrado en la Casa Diocesana de Málaga, el cual ha contado con importantes personalidades políticas y del mundo de la gastronomía malagueña, la Escuela Internacional de Hostelería y Turismo ha sido inaugurada y bendecida por Jesús Catalá, obispo de la ciudad.
Este moderno centro, que contará con 120 alumnos de Formación Profesional dual superior por promoción, se ha convertido ya en un nuevo referente en Andalucía que buscará enseñar a nuevos profesionales, profundizar en la formación de trabajadores en activo y ofrecer cursos y talleres para el público en general, los entusiastas de la gastronomía que disfrutan entre fogones.
El proyecto, desarrollado por la Fundación Universitaria San Pablo CEU y la Fundación Victoria, cuenta también con el impulso del Ayuntamiento de la ciudad, capitaneado por Francisco de la Torre.
Durante el acto de presentación, Javier Tello, director general de la Fundación San Pablo CEU, ha destacado la alianza con la Fundación Victoria, con la cual comparten grandes inquietudes, como «la necesidad de transformar la sociedad guiada por los valores evangélicos de ir hacia un mundo mucho mejor y la apuesta por la educación de los líderes del mañana con una formación integral, humanista y cristiana que les permita formarse como personas ejemplares por su coherencia con los valores en los que han sido educados».
Por su parte, Ignacio de la Vega, patrono de Fundación Victoria, ha mostrado su «ilusión» por este gran proyecto, del cual ha resaltado su «carácter internacional» al gozar ya de un primer acuerdo con la Escuela de San Ignacio de Loyola de Perú. Para de la Vega, la vocación de este centro no es otra que «ser escaparate de la gastronomía malagueña y que jóvenes malagueños y de otros muchos lugares puedan acceder a estudios del más alto nivel para que puedan forjarse un futuro en un sector cada vez más importante y más pujante en nuestra sociedad».
Eduardo Cholvis, de la agencia Brida, y Álvaro Muñoz, de Lumen, han sido los encargados de dar a conocer la imagen de marca de este nuevo centro, EIHT. Cholvis ha querido ensalzar los «valores» que han influenciado este incipiente proyecto, que «busca la excelencia académica y profesional, valora la hospitalidad, el cuidado y la atención, fomenta las relaciones humanas y el trabajo en equipo», todo ello bajo un modelo de formación activa y poniendo en valor Málaga, «una ciudad con un rico legado cultural y un modelo de vida mediterránea que forma parte de nuestra esencia».
Cuna de nuevas estrellas Michelin
En cuanto a las personalidades políticas, el delegado de Desarrollo Educativo y Formación Profesional y de Universidad, Miguel Briones, ha incidido en la importancia de formar excelentes profesionales en todos los ámbitos gastronómicos, desde grandes cocineros hasta ayudantes, jefes de sala y camareros, puesto que «dentro de la hostelería hay mucha demanda de estos oficios que las grandes empresas no encuentran debidamente cualificados».
Asimismo, Francisco Salado, presidente de la Diputación, ha compartido su «agradecimiento, orgullo y compromiso» en el día de la inauguración del nuevo centro formativo, del que está convencido que «de aquí va a salir una nueva terna de grandes profesionales como pasó en La Cónsula o en La Fonda, cunas de estrellas Michelin».
El consejero de Turismo, Arturo Bernal, ha querido destacar también el papel de los profesionales en el mundo de la hostelería y el turismo, señalando que a los turistas los enamoramos por los millones de atractivos que tiene la provincia, «pero por lo que realmente se quedan y repiten una y otra vez es por los trabajadores y la experiencia única que les ofrecen».
«Agradecido de corazón» se ha mostrado también el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, por «el esfuerzo realizado para sacar adelante este proyecto por el bien de la ciudad», tras lo cual ha deseado «larga vida a esta escuela».
El acto lo ha clausurado la intervención del obispo Jesús Catalá, que ha recordado los «valores humanos y cristianos» que hay tras este «proyecto evangelizador», haciendo un guiño al número ocho en inglés («eight»), de pronunciación similar a la nueva escuela, que simboliza, además de la planta octogonal de los baptisterios, «la presencia de lo trascendente en la tierra».
«Queremos que la escuela sea una especie de baptisterio, que los alumnos aprendan a ser sal, que no solo aprendan a dar sabor a las comidas, sino a dar sabor a la vida, sabor cristiano», ha finalizado.