Un jabalí se alimenta al borde de una carretera

Esta especie está cada vez más presente en las calles de las localidades malagueñasEFE

Málaga

El principal motivo por el que los jabalíes están tomando la ciudad de Málaga

El último avistamiento, capturado por un vecino, tuvo lugar el pasado fin de semana, en pleno paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso

Lo que parecía una anécdota curiosa y divertida, simples episodios aislados, se está convirtiendo en un auténtico problema que asola no sólo las localidades colindantes a los Montes de Málaga, sino a la propia capital. La presencia continuada de ejemplares de jabalí, solos o en manada, en núcleos urbanos pone en peligro la integridad y la seguridad de los vecinos, así como la seguridad vial, la biodiversidad de los espacios y la gestión medioambiental, además de producir importantes riesgos sanitarios.

Una vez más, las redes sociales han servido de portavoz y plataforma para dar visibilidad a esta plaga. Se los ha visto paseando por centros comerciales, por parques infantiles o, como ha sucedido este pasado fin de semana, cruzando el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso en plena capital malagueña; los jabalíes y cerdos silvestres han perdido el miedo al ser humano y, como consecuencia de la escasez de alimento y bebida en su hábitat natural y la falta de control poblacional de esta especie, sus incursiones en los pueblos y ciudades de la provincia ya son una constante.

El Consistorio de la capital, así como otros ayuntamientos como el de Mijas, han decidido tratar de ponerle freno a esta comprometida situación a través de medidas disuasorias como la utilización de olores y sonidos que incomoden a los animales y el empleo de dardos narcotizantes, siempre como último recurso.

Sin embargo, mientras la población de estos cerdos silvestres no deja de crecer, el Coto de Caza Las Canteras de Churriana, que se mantuvo abierto durante 50 años ayudando a controlar la expansión de esta especie, continúa cerrado desde hace un año y medio debido a una denuncia presentada al Ayuntamiento de Málaga.

Este coto, que suma 250 hectáreas entre el terreno público y el privado, está ubicado entre los términos municipales de Alhaurín de la Torre y la sierra situada al norte de la autovía, en las inmediaciones del Palacio de Congresos de Torremolinos. Durante el medio siglo que estuvo operativo, en sus tierras se cazaron hasta 500 jabalíes al año, manteniendo a raya la población de manera gratuita y aprovechando la carne del animal como alimento.

Estos controles cinegéticos suponían, además, una ejecución en el medio natural de forma vigilada y evitando emplear dardos narcóticos que, según aseguran los expertos, apenas surten efecto en esta especie y su munición contamina la carne, lo que imposibilita su posterior consumo.

A pesar de que el Coto permanece cerrado hasta que el Ayuntamiento decida si aprueba la reapertura, los cazadores han decidido tratar de contener la plaga, que ya cifra en 22.000 el número de cerdos existentes en la provincia, y han instalado bebederos con más de 300 litros de agua, además de maíz y pan, para que los animales cuenten con alimento y bebida y no bajen a las carreteras de la zona, poniendo en grave en peligro la seguridad de los conductores, algo bastante frecuente en los últimos tiempos.