Regreso al futuro (Movistar +, Netflix, Amazon Prime Video)

La película catapultó a la fama a un joven Michael J. Fox, convirtiéndolo en un ídolo adolescente con chaleco de plumas

Málaga

Este es el malagueño gurú de la tecnología que se ha comprado el coche de «Regreso al Futuro»

Tras realizar una encuesta entre sus seguidores de X sobre qué vehículo comprarse, el DeLorean resultó ganador con una notable mayoría de votos

En una de las primeras versiones del guión de Regreso al Futuro, película inmortal de los 80 dirigida por Robert Zemeckis y un símbolo generacional para muchos, la máquina del tiempo que creaba Doc y en la que Marty McFly viajaba hasta 1955 para enseñarle a Chuck Berry «ese nuevo sonido» que estaba buscando, era una nevera.

Sin embargo, Steven Spielberg, productor del film, sugirió cambiar el electrodoméstico por un vehículo para evitar posibles accidentes con niños encerrados dentro de neveras intentando imitar al héroe de la película y viajar al pasado. Fue entonces cuando el catastrófico DeLorean, para muchos «el peor coche de la historia», se convirtió en un icono de la cultura popular que ha llegado hasta nuestros días.

Hace un par de años, el malagueño fundador de Virustotal y director de Ciberseguridad en Google, Bernardo Quintero, lanzó en su cuenta de X una encuesta en la que preguntaba a sus seguidores qué vehículo debería comprarse. Para ello, les propuso tres modelos: un Mercedes-Benz EQS, un Tesla Model S o un DeLorean DMC-12. El resultado de las votaciones se decantó por la nostalgia y, tras dos años de espera, el gurú de la tecnología ha publicado una foto en sus redes en la que el coche de Marty McFly aparece, por fin, aparcado en su garaje.

John DeLorean, un antiguo ejecutivo de General Motors, fundó la DeLorean Motor Company en 1974 con al intención de crear su propio coche deportivo, rompedor y futurista de manera independiente, que chocara con todo lo creado hasta entonces y supusiera un punto y aparte en la historia del motor.

Para ello, encargó el diseño de la carrocería a Giorgetto Giugiaro y para el chasis a Colin Chapman, fundador de Lotus Cars. El motor elegido fue un V6 PRV, creación de Peugeot, Renault y Volvo que resultó de escasa potencia para un vehículo deportivo.

Los problemas se multiplicaron para DeLorean, puesto que el empleo de acero para la carrocería, además de encarecer el precio, incrementaba el peso del coche y dificultaba las reparaciones.

Por otro lado, el DMC-12 se fabricó en Dunmurry, Irlanda del Norte, y se contó con mano de obra local poco especializada, por lo que la calidad de fabricación final se vio bastante perjudicada, con puertas de ala de gaviota que no cerraban bien, elementos de la carrocería mal ensamblados y problemas de seguridad y fiabilidad, dando como resultado un vehículo inestable en las curvas y a altas velocidades.

Aunque la producción del coche comenzó en 1981, la empresa quebró sólo un año después tras la detención de su dueño por cargos de tráfico de drogas. Apenas 9.000 unidades salieron de fábrica, algo que no importó demasiado en aquel momento dada la nula aceptación del fallido DeLorean.

Sin embargo, tras el estreno y consiguiente éxito de la mítica cinta protagonizada por Michael J. Fox, «el peor coche de la historia», que llevaba años sin fabricarse, se convirtió en un objeto de deseo que aún hoy muchos nostálgicos sueñan con poder conducir.

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